Dante Delgado como el eterno precandidato presidencial, quien siempre aparece en la baraja de nombres como posible opción de su partido. No por un genuino interés del nacido en Alvarado, Veracruz, en 1950, sino por la incapacidad de su organización para postular un candidato presidencial propio. De hecho, nunca lo ha hecho.
En su primera elección presidencial, en 2000, el partido entonces llamado Convergencia participó en la Alianza por México, que integró con el PRD, el PT, el Partido Alianza Social (PAS) y el Partido de la Sociedad Nacionalista (PSN). El candidato fue Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y quedaron en tercer lugar, con el 16.6% de los sufragios.
Un sexenio después, en 2006, Convergencia se unió otra vez con el PRD y el PT en la Coalición por el Bien de Todos, que postuló como candidato a Andrés Manuel López Obrador. Sumaron 14 millones 756,350 votos frente a los poco más de 15 millones del PAN, que con Felipe Calderón se impuso 35.89% frente a 35.31%. Una derrota más para los naranjas, aunque en esta ocasión con un resultado muy cerrado.
Ya como Movimiento Ciudadano, se volvió a quedar en la antesala del gobierno federal cuando en 2012 volvió a quedar en segundo lugar. En esta coyuntura repitió la alianza con el PRD y el PT; postulando de nuevo a López Obrador construyeron el Movimiento Progresista. Fue un duro revés, pues significó el regreso del PRI al poder. Enrique Peña Nieto, junto con su aliado el Partido Verde, logró más de 19 millones de votos, el 39.2% de los sufragios, frente al 32.4% del segundo lugar.
Una constante para Movimiento Ciudadano es que su apuesta ha sido por el PRD. En los comicios de 2018, cuando la tercera fue la vencida, no siguió a López Obrador y se le escapó la posibilidad de ser gobierno a nivel nacional. Decidió acompañar al perredismo y, en consecuencia, también al PAN en Por México al Frente, que encabezó Ricardo Anaya Cortés. En esta oportunidad un bloque de izquierda no sólo triunfó, sino que lo hizo de manera abrumadora: más de 30 millones de votos de Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES), el 53.2% de la votación. MC no fue parte de esa victoria.
¿En vísperas de la elección de 2024, qué es diferente para Movimiento Ciudadano? Que en los últimos años ha decidido desmarcarse del resto de los partidos y optar por tener una identidad propia y presentarse como alternativa frente a lo “tradicional”. Cuando en 2011 cambió de nombre, abandonó la idea de converger y apostó por dos términos que buscan alejarse de la concepción desgastada de los partidos políticos: movimiento y, además, ciudadano.
Delgado Rannauro se ha sentido cercano al PRD, y por eso se aventuró a ir en acuerdo con el PAN en 2018. Pero aunque ahora esté distanciado de López Obrador, se ha cerrado a la idea de ir en alianza con el bloque opositor. La razón es simple: “En Movimiento Ciudadano siempre hemos estado abiertos al debate. Lo que está fuera de toda discusión es que con el PRI, ni a la esquina. Y con el Titanic de la Alianza, tampoco”, escribió el 6 de julio en su cuenta de X.