De lo solicitado por el INE, cerca de 11,000 mdp son para el financiamiento público que recibirán los partidos políticos. Tan solo Morena tendrá cerca de 4,000 mdp y el PAN casi 3,000 mdp. A estos montos habrá que sumarle el financiamiento que les será otorgado en los estados.
No sabemos exactamente cuánto gastarán en precampañas y campañas, lo que sí sabemos es que el INE ya determinó los montos máximos que se pueden gastar. Para la elección presidencial en precampañas el tope es de 85 mdp y en las campañas de 660 mdp. En el caso de las diputaciones los topes son de 329,000 pesos en las precampañas y 2.2 mdp en la campaña. Para las senadurías los montos varían en función del padrón electoral de cada entidad, van de los 2.8 a los 28 mdp para las precampañas y de los 6 a los 44 para las campañas.
Las elecciones son costosas, cada vez es más complejo organizar una elección, el padrón crece, los retos incrementan y las exigencias aumentan. También hacer una campaña cada vez es más complejo: posicionar una candidatura, darla a conocer y captar la atención de la ciudadanía año tras año requiere una inversión importante.
Estos montos al final de cuentas están presupuestados, y representan menos del 1% del presupuesto federal. El verdadero el elefante blanco en la elección son los miles de mdp que se gastan de manera ilícita, los cuales provienen de recursos públicos que se desvían, del extranjero o peor aún del crimen organizado.
Ese dinero que no se reporta, que y que tampoco se presupuesta es el verdadero costo de las elecciones. Los miles de millones de pesos que se invierten en el posicionamiento de actores políticos o en la promoción de figuras y que nadie sabe de dónde sale. Tan solo de 2021 a la fecha hemos visto cómo múltiples figuras de todos los partidos políticos se han promovido en bardas, espectaculares, transporte público, revistas y demás, sin que expliquen quién cubre los costos de esa campaña anticipada.