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#ColumnaInvitada | Tiempos inéditos

Está claro que el gobierno no respeta leyes, derechos o instituciones y se ha generado un riesgo real de que el proceso electoral 2024 se pueda fracturar en cuanto a certidumbre procesal se refiere.
lun 17 julio 2023 05:59 AM
frente amplio por mexico
En los procesos del Frente Amplio por México, las consultas ciudadanas serán las determinantes y no decisiones cupulares, señala Juan Francisco Torres Landa.

Vaya que han tenido que pasar muchas cosas para presenciar un cambio real en nuestro quehacer diario como habitantes del país. Durante décadas estuvimos acostumbrados, obligados diría yo, a ser muy pasivos en cuanto a participación en la vida pública nacional. Se hizo del electorado en todo el siglo XX una especie de laguna sin movimiento o fluctuación alguna. Un grupo de personas que simplemente no se les requería sino cada tres o seis años para simulaciones democráticas. Nada real. Todo un engaño.

Afortunadamente eso cambió. Aunque no se puede hablar de un antes y un después único, en términos políticos sí se puede decir que es visible el cambio a partir de 1997. En ese año se dio por primera vez un cambio en la mayoría en la Cámara de Diputados y se inauguró así la época de elecciones reales, de alternancias en el año 2000, y de disputas reales en las urnas a partir de entonces.

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Lo que se ganó con muchos esfuerzos, batallas y embates fue que se tuviera una incremental certidumbre en los procedimientos electorales (con procesos profesionalmente administrados fuera del aparato estatal), y una gran incertidumbre en los resultados en las urnas (por competitividad entre los candidatos participantes). Esto contrastó diametralmente con lo que pasaba antes en que los procesos eran inciertos y los resultados totalmente conocidos de antemano. Un cambio radical que no podemos perder. La conquista ciudadana no está sujeta a negociación o retiro unilateral.

Este gran logro para nuestro país en cuanto a normalidad democrática no es algo fortuito ni insignificante. Muchas personas incluso perdieron la vida para generar las condiciones de competitividad electoral que hoy muchos dan por hecha. Y sin embargo en este sexenio ha habido ya muchos intentos por derribar los avances y derechos democráticos que tanto trabajo ha costado tener. Ante dichos acechos el pueblo ha demostrado su objeción pues ha salido a las calles para proteger derechos e instituciones, con los ejemplos claros de lo acontecido el 13 de noviembre y el 26 de febrero próximos pasados. Así, en lugar de un estanque sin movimiento, se gestó la marea rosa, un impacto ciudadano con fuerza, vertiginosidad e impacto.

Ahora como está claro que el gobierno en turno no respeta leyes, derechos o instituciones, se ha generado un riesgo real de que el proceso electoral de 2024 se pueda fracturar en cuanto a certidumbre procesal se refiere. Es ante dicha amenaza real que estamos ahora convocados a volver a mostrar músculo ciudadano. Una nueva prueba para demostrar la potencia de la unidad nacional. Y me refiero al proceso en curso que encabeza el Frente Amplio por México (FAM). En un proceso realmente innovador se conformó un Comité Organizador del FAM con mayoría ciudadana. El proceso implica que por primera vez el liderazgo en la oposición se determinará como resultado de un concurso abierto con supervisión y validación ciudadana. Un gran cambio dado el sello y prioridad ciudadana en todo el método.

El FAM contrasta brutalmente con lo que hace el gobierno y Morena en que lo que se ve es una enorme ilegalidad, corcholatas, opacidad, imposición y ultimadamente un dedazo. Es el sello de la casa en que lo que se pretende es marginar a la ciudadanía de cualquier intervención y simplemente quedarse bajo el control vertical de una sola persona que quiere imponer sus caprichos en todo lo que hace, incluyendo designar a quien compita por volverse su sucesor.

Por tales razones a los habitantes de este país nos corresponde ahora tomar el toro por los cuernos. Ante el abuso, los derechos. El esfuerzo que encabeza el FAM se destaca por su apego a la ley, la visibilidad de dominancia ciudadana, la existencia de contrastes de opinión reales, la presencia de encuentros abiertos con la población, y sobre todo la determinación de los liderazgos como resultado de ejercicios en que las consultas ciudadanas serán las determinantes y no decisiones cupulares, como anteriormente ocurría.

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Por ello debemos sentir una gran algarabía al saber que por primera vez en la historia seremos los ciudadanos que nos inscribamos en la base de datos del FAM los que tendremos la oportunidad de fijar el rumbo de lo que será eventualmente el liderazgo del equipo de competencia en los comicios, con la tranquilidad de que dicha persona se insertará y será parte de un gobierno de coalición, esquema que nos permitirá fijar la agenda programática, legislativa y operativa para que sepamos el rumbo real del país y no quedar nunca más sujetos a la incertidumbre de lo que la persona en turno se le pueda ocurrir. Nunca más cheques al portador.

No tengamos duda entonces de por donde avanzar. Tenemos una gran historia que escribir. Son tiempos inéditos y con nuestra voluntad lograremos lo que todos queremos, construir las bases de un país en que todas las voces sean escuchadas, los problemas atendidos, la igualdad garantizada, las víctimas tomadas en cuenta, los derechos respetados, las instituciones fortalecidas y las libertades consolidades. Es nuestro tiempo, sin divisiones ni ataques. Cabemos todos porque Unid@s no nos podemos equivocar.

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Notas del editor: Juan Francisco Torres Landa es miembro del Consejo Directivo de UNE México y de la red de Unid@s. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

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