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#ZonaLibre | Xóchitl Gálvez, una apuesta real de oposición

Anhelando ser candidata a la CDMX, fue presionada y encantada para convertirse, de la noche a la mañana, en la precandidata que -por lo menos en las redes sociales- ha despertado más ánimo.
jue 29 junio 2023 12:00 AM
Quién es Xóchitl Gálvez
Xóchitl Gálvez, senadora del Partido Acción Nacional (PAN).

Y ahí, frente a las cámaras y el país entero, se muestran los presidentes de los partidos más fuertes en contra del régimen de Andrés Manuel López Obrador. Siempre serios y estoicos, aparecen Marko Cortés, del PAN; Alejandro Moreno, del PRI; y Jesús Zambrano, del PRD.

Escoltándolos, los líderes más visibles y aguerridos; aquellos que detestan, con toda su furia, la autollamada 4T. Entre ellos, 14 pre-candidatos, sí, 14, que seriamente buscan la candidatura a la Presidencia de la República.

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Los rostros son muy conocidos, ya se han destapado Beatriz Paredes, Lilly Téllez, Gustavo de Hoyos, Jorge Luis Preciado, Alejandro Murat, Ildefonso Guajardo, Claudia Ruíz Masseiu, Juan Carlos Romero Hicks, Gabriel Quadri, Santiago Creel, Silviano Aureoles, José Ángel Gurría, Enrique de la Madrid y, por supuesto, Xóchitl Gálvez.

¡Cuánto ruido está haciendo la senadora hidalguense!

Gálvez se subió de pronto a un trampolín. Anhelando ser candidata a la Ciudad de México, fue presionada y encantada para convertirse, de la noche a la mañana, en la precandidata que -por lo menos en las redes sociales- ha despertado más ánimo dentro de una oposición que se ha visto por años deslucida, perdedora y representada por liderazgos repudiados, como los presidentes de partidos anteriormente mencionados.

“Pueblo”

Xóchitl tiene una carrera política muy basta, desde conocer la administración federal, en asuntos indígenas en la “Comisión de Desarrollo de los Pueblos Indígenas” (año 2000), así como “Directora General de la Comisión Nacional Para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas”, hasta crear una institución oficial para atender los casos de más del 10% de la población mexicana. Gálvez se ostenta orgullosa de ser parte de esa minoría que sigue sufriendo el azote de la miseria heredada.

Si usted quiere ver en persona a Xóchitl, tendrá que asistir a un partido del Cruz Azul. No es una aficionada, sino una empedernida devota del equipo que más ha sufrido durante las últimas décadas, por la cantidad de finales perdidas. De ahí el término “la cruzazuleaste”.

La senadora es un personaje divertido y desenfadado. Nunca ha tenido reparo por hablar las cosas sin tapujos. Dice manejar en bicicleta diariamente y que su esposo utiliza el servicio público para trasladarse a su trabajo. Que “les gusta ser del pueblo”.

Es una panista de hueso colorado, pero totalmente incongruente a los principios y valores del cristianismo humanista que pregonaban los fundadores de ese partido conservador.

Xóchitl se ha manifestado a favor del aborto, de los gays y lesbianas. Entusiasta en cuanto a la ideología de género y orgullosamente marxista.

La graciosa precandidata ya sabe qué es administrar un territorio complejo, como lo hizo en el 2015, cuando fue jefa delegacional de la Miguel Hidalgo y vio cómo, en 2018, el movimiento de López Obrador arrebataba tal dominio panista para entregarlo a Morena.

Desde entonces tomó muy personal el enfrentamiento con el actual presidente. Desde el Senado, le declaró la guerra a partir del día uno.

Sin duda Gálvez ha sido tenaz y terca en su ofensiva. El pasado 7 de junio ganó un amparo para que durante la trasmisión de la conferencia mañanera del presidente López Obrador, en el mismo horario y con características similares, pudiera aclarar la información falsa e inexacta difundida sobre su persona.

Ante ello, el presidente se opuso tajantemente. AMLO se ha reído de la situación e incluso, cuando Xóchitl ha asistido a las mañaneras, ha sido víctima de insultos y hasta golpes de morenistas en las puertas que le han cerrado en Palacio Nacional.

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Desde ese mismo escenario, la panista lanzó un video en el que apuesta su futuro inmediato. “Pero al cerrarme la puerta, miles de mexicanos me abrieron la suya. Entendí un poderoso mensaje: que la puerta de Palacio Nacional solo se abre de adentro hacia afuera. Por eso vamos a abrir esa puerta para millones de mexicanos. Desde aquí les digo: voy a ser la próxima Presidenta de México”, dice enérgicamente en su auto destape por la presidencia.

¿Existen las coincidencias?

El verdadero capital político de Xóchitl Gálvez es un misterio. Pero el trasfondo de una hipotética candidatura ofrece una pequeña mueca de sonrisa a la oposición, que pudiera convertirse en una gran sonrisa. El techo que tiene para crecer es muy alto y su talante político pudiera ser preciso para ganar simpatías, a partir de una candidatura irreverente; que le hable de frente a las necesidades del ciudadano, tal y como quiere escuchar.

Esa fue la característica principal del lenguaje de AMLO como candidato y llama poderosamente la atención el parecido que tienen ambos de comunicar; incluso la narrativa de sus vidas empatan peculiarmente. Solo se diferencian de colores. Los dos dicen “venir de abajo”. Ambos se enorgullecen de ser del “pueblo” y conocer sus necesidades. Gálvez asegura que le hicieron fraude en Hidalgo; como López Obrador lo denuncia en Tabasco.

Incluso, en su primer mensaje como precandidata, dice que no quitará ninguno de los programas sociales de la 4T que tanto promueven las ‘corcholatas’ morenistas.

Creo que Xóchitl podría ser una fuerte precandidata del morenismo si anduviera por aquellas regiones políticas. Contrasta tanto su personalidad con la de Claudia Sheinbaum que posiblemente ya la hubiera desbancado.

Pero Gálvez está en la oposición y de ahí no se moverá. Sabe que puede representar a la anti-4T sin tener que vestirse de monja.

Le será muy complicado conseguir la cantidad de firmas que solicita la alianza, pero de hacerlo, su sentido del humor y el conocimiento de causa la podrían convertir en la más polémica y atractiva de las precandidatas.

Ya que el presidente suele cerrar sus mañaneras con música, a Xóchitl Gálvez debería dedicarle la canción del poeta Juan Gabriel: “Te pareces tanto a mí, que no puedes engañarme”.

Con su agenda izquierdista, Xóchitl puede rebasar por la derecha a un partido Morena que tiene pavor a la inminente división.

Ahora deberá responder el llamado “Frente Amplio por México”, ¿la aprovecharán en serio o solo la utilizarán para el escándalo?

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Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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