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#Oteador | Cuando despertó, el PRI todavía estaba allí

Hay dos modelos de PRI: el que se desarrolló en el contexto de un sistema de partido hegemónico y el actual, en tiempos de pluralismo y fragmentación política.
lun 19 junio 2023 06:00 AM
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El otrora partido del régimen ha perdido su influencia, de eso no cabe duda, pero hoy se sitúa, por lo menos, como un partido regional fuerte, comparable, por ejemplo, con Movimiento Ciudadano. Resistencia, sobrevivencia, señala Javier Rosiles Salas.

La gran noticia para el PRI, después de las elecciones en el Estado de México y Coahuila del pasado 4 de junio, es que no desaparecerá en el corto ni en el mediano plazo. Como en casi cada elección desde el año 2000, los sepultureros del priismo salen a anunciar su muerte. Se equivocan desde entonces.

Hay quien llegó a decir –a escribir, más propiamente dicho-- que lo que estaba en juego en estas elecciones no era Coahuila ni el Estado de México, ni tampoco la democracia, sino la muerte del PRI. Extremosidades.

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No se trata, por lo menos aquí, de hacer una defensa del PRI y de pugnar porque sobreviva, sino de analizar la situación de un partido que guarda su permanencia en el sistema político mexicano desde hace casi 100 años, si se consideran sus tres versiones: Partido Nacional Revolucionario (1929), Partido de la Revolución Mexicana (1938) y PRI (1946). Será la ciudadanía quien decida la muerte del priismo, y, por lo pronto, cuenta con un respaldo mínimo, pero suficiente para subsistir.

No cabe duda de que el futuro del PRI se encuentra en su fuerza territorial y en lo que pueda retener en lo local. Es verdad que ha perdido muchas gubernaturas de manera constante: en 2021, Campeche, Colima, Guerrero, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas; en 2022, Hidalgo y Oaxaca.

Pero no se debe perder de vista que en 2018, en pleno “tsunami” electoral de Morena, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador logró más de 30 millones de votos, el 53.2% de la votación total, incluso ahí el PRI mostró su poder local. Hay un proceso muy interesante: al PRI le fue mucho mejor que a Morena en el nivel de las presidencias municipales.

Mientras que Morena ganó el 75.4% de los municipios en la elección presidencial, sólo ganó 17.45% de las presidencias municipales que estuvieron en disputa durante ese año (1, 605). Por lo que respecta al PRI, ocurrió justo lo contrario: si bien en la elección presidencial no le fue nada bien, pues sólo triunfó en el 10.31% de los municipios, su votación se incrementó de manera notable en municipios en donde su gobierno estaba en disputa: ganó en el 32.02%.

Más allá del innegable triunfo de Morena en el Estado de México, hay un dato a destacar. En 2021, el PRI logró un volumen de votos de un millón 667,867 en la contienda por las diputaciones locales, frente a un millón 894,464 de Morena. En 2023, en la elección por la gubernatura, ciertamente Morena aumentó de manera importante su caudal de sufragios: obtuvo dos millones 187,099, pero también lo hizo el PRI: logró un millón 750,795, esto es, un incremento de casi 83,000 votos respecto de 2021.

De hecho, los partidos que se “cayeron” en el Estado de México fueron el PAN y el PRD entre la elección de 2021 y la de 2023. El partido del sol azteca pasó de 240,705 sufragios a 183,227, en tanto que el panismo pasó de 845,989 votos a 701,573. La gran tragedia, desde luego, es para el PRD, que le compite apenas a un partido local como lo es Nueva Alianza, que logró 119,937 votos. Ambos están en riesgo de perder el registro.

Habrá que decir que la alianza PAN, PRI y PRD logró resistir el 4 de junio la fuerza de Morena y pudo ganarle en distritos locales que habrá que analizar de manera detenida: Valle de Bravo (10), Ciudad Adolfo López Mateos (16), Huixquilucan (17), Tlalnepantla de Baz (18), Naucalpan de Juárez (30, 32), Toluca (34), Metepec (35) y San Miguel Zinacantepec (36).

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Coahuila, por lo demás, es la entidad que queda como el bastión priista más importante en el país. Más allá del resultado por la gubernatura, que ganó Manolo Jiménez Salinas con el 57% de la votación, el dato a destacar es que en 2020 el PRI ganó en los 16 distritos locales que configuran el estado y en este 2023 volvió a mostrar el mismo dominio.

No se trata de una sorpresa lo que ocurre en Coahuila en favor del PRI. Los tres estados con mayor militancia reconocida para el priismo son Estado de México (793,403), Nuevo León (235,544) y, justamente, Coahuila (220,433).

En la elección por la dirigencia nacional en 2019, los dos estados que tuvieron mayor movilización fueron el Estado de México y Coahuila, en donde se emitieron 319,115 sufragios y 166,778, respectivamente.

El mayor respaldo para la fórmula Alejandro Moreno-Carolina Viggiano provino del Estado de México (279,838), Coahuila (157,086), Puebla (121,343), Oaxaca (117, 759), Nuevo León (112,639) y Sinaloa (106,278). Partido comarcal.

Hay dos modelos de PRI: el que se desarrolló en el contexto de un sistema de partido hegemónico y el actual, en tiempos de pluralismo y fragmentación política. Por el tipo de condiciones, no hay manera de comparar su rendimiento electoral. El otrora partido del régimen ha perdido su influencia, de eso no cabe duda, pero hoy se sitúa, por lo menos, como un partido regional fuerte, comparable, por ejemplo, con Movimiento Ciudadano. Resistencia, sobrevivencia.

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Nota del editor: Javier Rosiles Salas es politólogo. Doctor en Procesos Políticos. Profesor e investigador en la UCEMICH. Especialista en partidos políticos, elecciones y política gubernamental.

Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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