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La elección del Edomex en cuatro datos

Todo indica que el PRI perderá su principal bastión y, con él, uno de sus últimos incentivos existenciales para oponerle resistencia a Morena.
mar 30 mayo 2023 06:01 AM
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El próximo 4 de junio se llevarán a cabo las votaciones en el Estado de México para elegir a una nueva gobernadora.

Primer dato: las encuestas sobre la elección para gobernadora del Estado de México se mantuvieron prácticamente idénticas de principio a fin. La preferencia por la candidata de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT y PVEM), Delfina Gómez, osciló entre 55 y 60%; mientras que la intención de voto por la candidata de la alianza Va por México (PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza), Alejandra del Moral, varió entre 40 y 45%. De principios de abril a finales de mayo, el periodo formal de la campaña, ambas se mantuvieron estables, con variaciones mínimas, casi que dentro del margen de error. Sus campañas, en resumidas cuentas, no hicieron diferencia. Acaban como empezaron.

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Segundo dato: a inicios de marzo, un mes antes de que arrancara formalmente la campaña, se retiró de la contienda Juan Zepeda, el aspirante de Movimiento Ciudadano. En ese momento las encuestas registraban que entre 4 y 15% de los votantes potenciales se inclinaba por él, un margen muy amplio pero, de todas maneras, un porcentaje poco competitivo. Zepeda no declinó a favor de ninguna de sus contrincantes y los votantes de MC quedaron en libertad de escoger su segunda opción. El saldo de dicho “experimento natural”, según mostraron encuestas posteriores, fue que el grueso de esa preferencia migró hacia la candidatura de Delfina Gómez. O sea que, por un lado, la salida de Zepeda terminó ayudando al obradorismo; pero, por el otro, para las oposiciones hubiera sido mejor que MC compitiera solo a que se uniera a la alianza con ellas –pues si sus votantes se decantaron más por Juntos Haremos Historia que por Va por México, su papel no podía ser tanto sumarle a la alianza sino, más bien, restarle al obradorismo. Suena igual, pero no es lo mismo. Archívese en lecciones hacia 2024.

Tercer dato: cuando fue alcaldesa de Texcoco, Delfina Gómez le descontó un porcentaje de su salario de los trabajadores del Ayuntamiento, con el fin de usar esos recursos en la constitución de Morena como partido político y en sus actividades ordinarias. El Consejo General del INE documentó la infracción y le impuso a Morena una multa por 4.5 millones de pesos, argumentando que se trató de un esquema paralelo de financiamiento omitido en su reporte de ingresos. Morena impugnó la resolución del INE, pero el Tribunal Electoral la confirmó por unanimidad. Eso no es una especulación, un juicio de valor o una interpretación, decirlo no constituye violencia política de género ni es una falta a la imparcialidad periodística. Es un hecho, probado y sancionado legalmente. Sorprende que un partido que propone la intolerancia a la corrupción como una de sus principales señas de identidad haya postulado a una candidata con semejante mancha en su historial. Pero más allá de la sorpresa es alarmante que ese hecho –insisto, plenamente acreditado– no le haya generado ningún costo electoral a la candidata. Es como si pertenecer a Morena brindara inmunidad a sus militantes en materia de corrupción, no porque no incurran en ella sino porque hacerlo no les afecta. El obradorismo ha convertido la bandera anti-corrupción en un manto de impunidad política.

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Cuarto y último dato: desde 2017 estaba anunciado, en la elección anterior de gobernador, que ganó el PRI pero por un margen mínimo, menos de tres puntos porcentuales. El crecimiento de Morena en el Estado de México no es de ahora, viene desde antes. El gobernador Alfredo del Mazo y la dirigencia encabezada por Alejandro Moreno tuvieron tiempo para tratar de revertir la tendencia pero no lo hicieron: no pudieron, no supieron o no quisieron. Ya, no importa. El punto es que todo indica que el PRI perderá su principal bastión y, con él, uno de sus últimos incentivos existenciales para oponerle resistencia a Morena. Muchos descalifican a MC como “esquirol” de la alianza opositora. Sin embargo, lo que ha hecho MC es prácticamente irrelevante frente a todo lo que ha dejado de hacer el PRI y frente al fardo reputacional que carga. Al PAN y al PRD les urge acusar recibo y actuar en consecuencia.

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Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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