Les ha dicho que, si quieren participar en el proceso interno de selección del candidato o candidata para 2024, deben apoyar a quienes disputan las dos gubernaturas en juego el próximo 4 de junio: “acuérdense que en este partido ‘amor con amor se paga’; entonces los quiero ver en Coahuila y los quiero ver en el Estado de México caminando en favor del movimiento”.
En Coahuila es notoria la división, tanto al interior de Morena como en la relación del partido con sus aliados el PT y el Partido Verde. Delgado convocó, recientemente, a esos dos partidos a la unidad, la respuesta fue contundente: seguirán con sus propios candidatos: el exsubsecretario de Seguridad federal, Ricardo Mejía, y Lenin Pérez, respectivamente.
La invitación ameritó, incluso, un exhorto de la dirigente nacional del Partido Verde, Karen Castrejón Trujillo, pero al serenamiento: “hago un llamado más bien a calmarnos, a serenarnos, a no meter presión a los partidos aliados y a no amenazar con un tema del 2024 cuando todavía estamos por terminar los procesos electorales en el Estado de México y Coahuila”.
Coahuila se da por perdida, se apuesta todo por el Estado de México. Sin embargo, en esta entidad el problema de Morena no es solamente el aglomerado opositor y su candidata, sino también sus fricciones internas. En muchos grupos y sectores del partido existe la sensación de que un resultado positivo vigorizará a una sola de las “corcholatas”: Claudia Sheinbaum.
Por lo que respecta a la oposición, tiene plena consciencia sobre lo que está pasando en el Estado de México: todo está dispuesto para que la próxima gobernadora sea la candidata del presidente de la República y no la del gobernador. Las señales las dio la propia candidata del PAN, PRI, PRD y Nueva Alianza, Alejandra del Moral, en su participación en el segundo debate, el pasado 18 de mayo.
Del Moral negó tres veces lo que considera un lastre, su propio partido, el PRI: 1) vistió de rosa para marcar distancia del partido tricolor; 2) mencionó más veces a Morena que a su propio partido, y 3) no hizo un llamado a votar por el PRI, sino, de hecho, a olvidarse de él: “cuando tengas la boleta en tus manos, te pido que no pienses en un partido político: piensa en tu familia, piensa en tu futuro, piensa en lo que más amas”, dijo en su mensaje de cierre.
Además de que su intervención inicial fue la típica de una candidata que se sabe en desventaja: “ellos te quieren convencer con encuestas falsas de que van a ganar. Nosotros, ya los alcanzamos: caballo que alcanza, gana. Les vamos a ganar esta elección el próximo 4 de junio”.