Rumbo al fin del periodo ordinario de sesiones en el Senado y tras la toma de la tribuna por parte de la oposición luego de la negativa de Morena de avalar el nombramiento de un comisionado del INAI, el presidente López Obrador convocó a senadoras y senadores de la coalición oficialista a una reunión en Palacio Nacional, en la que también participaron los secretarios Adán Augusto López, Marcelo Ebrard y a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
#ColumnaInvitada | La carrera de las corcholatas llegará al Congreso
Tras dos años de ausencia, Ricardo Monreal apareció junto al presidente y las “corcholatas” en una foto, en la que resaltó su cercanía con López Obrador. Luego del encuentro y en una sede alterna, Monreal operó la aprobación de 20 iniciativas prioritarias para el presidente, entre las que destacan la desaparición del INSABI, la reforma minera y la extinción del Conacyt. La sesión apenas duró cinco horas. A poco más de un año para las elecciones de 2024, los miembros de la coalición gobernante buscarán posicionarse para alcanzar las candidaturas de Morena para los más de 19,000 cargos de elección popular en disputa.
Complacer al presidente será la norma en el camino electoral
Durante el periodo de sesiones que acaba de concluir, el presidente envió al Congreso 10 iniciativas: i) reforma minera; ii) reforma en materia administrativa; iii) simplificación orgánica; iv) reforma de Aviación Civil; v) extinción de Financiera Nacional; vi) ampliación de la tabla de enfermedades de trabajo; vii) Reforma a la Ley Federal de Derechos para ceder los ingresos por turismo a megaproyectos; viii) libre manifestación de persona extranjeras; ix) sanciones para la protección de áreas naturales protegidas; y, x) control de productos químicos.
Todas las iniciativas del Ejecutivo recibieron un trato preferencial y fueron avaladas en un periodo particularmente corto y con análisis mínimo. Desde 2018, Morena permite que el presidente dicte la agenda del Congreso; ahora, el oficialismo buscará concretar las prioridades del presidente previo al arranque de las campañas de 2024.
Será un riesgo político latente que nuestros representantes guíen su actuación con el único objetivo de complacer a López Obrador. En reiteradas ocasiones, el presidente ha señalado la inutilidad del INAI para garantizar la transparencia y combatir la corrupción. En la última semana, Alejandro Armenta, presidente del Senado, presentó y retiró a las pocas horas una iniciativa para desaparecer al INAI; mientras que Ignacio Mier, líder de Morena en San Lázaro, ejecutó el albazo legislativo del fast-track. Es sintomático que ambos buscan la candidatura morenista para la gubernatura de Puebla en 2024.
Las “corcholatas” fragmentarán al oficialismo en el Congreso
Por otro lado, ante el inicio del proceso electoral de 2024, se acentuará la fragmentación de la mayoría aplastante de Morena en tribus cercanas a las “corcholatas”, que no obedecerán a sus coordinadores parlamentarios, sino a sus propios intereses electorales, y complicarán las negociaciones, especialmente de Ricardo Monreal, en el Senado.
El proselitismo de las corcholatas ya conformó bloques cercanos a cada precandidato en ambas cámaras. En el Senado, Monreal cuenta con al menos 15 legisladores leales. No obstante, Claudia Sheinbaum también tiene una fuerte influencia en el ala radical de la Cámara Alta, encabezada por César Cravioto y otros 13 senadores. Marcelo Ebrard cuenta con un número similar de personajes cercanos y Adán Augusto López es el operador del Ejecutivo en el Legislativo. La falta de control de las bancadas podría acotar el margen de maniobra de los coordinadores parlamentarios para llegar a acuerdos con la oposición, como posiblemente pasó en el Senado para la votación del comisionado del INAI en la que, a pesar del aparente acuerdo de Monreal con la oposición, el grupo oficialista decidió votar en contra.
En la Cámara de Diputados, el perfil bajo de la mayoría de los legisladores permite a Ignacio Mier seguir controlando la bancada mayoritaria. No obstante, los integrantes de la Cámara Baja ya comienzan a tomar partido por los precandidatos y el voto aplastante podría fragmentarse conforme se acerque la definición de la candidatura presidencial. Lo anterior será un arma de doble filo: por un lado, podría paralizar iniciativas estridentes o mal diseñadas; por el otro, podría incentivar su aprobación abrupta.
Una de las principales lecciones del primer periodo de sesiones de este año es que el presidente López Obrador continuará con su agenda reformista hasta el final del sexenio. Incluso, el Ejecutivo advirtió que en septiembre de 2024 —a un mes de que termine su administración— enviará una iniciativa para reiterar la adscripción de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, luego de la reciente decisión de la Corte que reivincida su carácter civil. Ya que parece que el Congreso no cambiará la dinámica de ser el repetidor ciego del Poder Ejecutivo como lo ha sido en los últimos cuatro años, la Corte tendrá que seguir asumiendo el papel de único contrapeso efectivo de esta administración.
Ante la abdicación del Poder Legislativo, todo queda en manos del Poder Judicial.
Nota del editor: Alexa Lara (@AlexaaaLara) es consultora especializada en el Poder Legislativo en Integralia Consultores (@Integralia_MX). Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.