La prevención reduce riesgos digitales para niñas y niños en el espacio virtual. Está en nuestras manos.
La tutela protectora es una tarea a la cual todas y todos podemos contribuir, desde la familia y la comunidad escolar, alejada de prácticas ‘adultocéntricas’ que limiten sus derechos y las posibilidades de diálogo y al mismo tiempo, con sensible claridad e inteligente acompañamiento firme, se contribuya a la eliminación de vulnerabilidades.
En el mes de la niña y el niño, una de las mejores formas de celebrarlo es respaldar una cultura de la prevención en el ámbito digital, una necesidad global como el espacio donde se desarrolla la cotidianidad de muchos de quienes tienen acceso a tecnología desde los cuatro años de edad o antes.
De acuerdo con UNICEF, en el mundo uno de cada tres usuarios de internet es menor de edad, y en México el 50% de las niñas y niños de entre 6 y 11 años navegan por este espacio y tienen acceso a una computadora o dispositivo móvil.
Las estadísticas les colocan como el presente. Ya no son parte del cliché sobre “el futuro”. Representan el ahora. Sus problemas y vulnerabilidades demandan atención preventiva. La oportunidad de fomentar el uso responsable de las herramientas tecnológicas está en nuestras manos ‘intergeneracionalmente’.
Para un empleo más seguro de internet hay que tener claro que las mismas reglas del mundo material aplican en el digital, y las prohibiciones sin explicación no ayudan. Acompañarles y educarles para implementar mecanismos de seguridad que eviten robos de información, de identidad, pérdidas de datos y otros riesgos es clave.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México ofrece orientación preventiva por medio de la Línea de Seguridad o Chat de Confianza, 55 5533 5533.
En el caso de las y los niños, los riesgos se multiplican debido a la carencia o debilidad de la cultura de la prevención digital, por lo que es recomendable para las personas adultas encargadas de la crianza conocer el tipo de contenidos al que suelen acceder las y los menores.
Además, enseñarles que al crear un perfil en redes sociales es importante la configuración de privacidad para no publicar de forma automática datos personales, como la dirección o número telefónico.
Aprender a diferenciar entre un amigo al que se conoce y con quién se comparten juegos en espacios físicos, del "contacto de internet" del que poco se sabe ante el anonimato facilitado por lo virtual.
Las y los niños “hablan" nuevas tecnologías. La mejor solución siempre será educarles en el uso seguro y responsable.
Notas del editor: El autor es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia de la Ciudad de México ( @elconsejomx ). Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.
