Así es que debemos abrir los ojos a una realidad muy distinta. Y lo es porque a pesar de que hemos tenido dos movilizaciones populares muy exitosas el 13 de noviembre y el 26 de febrero próximos pasados, también lo es que dichas concentraciones son apenas parte de un proceso mucho más complejo y profundo si de impactar el presente y futuro del país se trata.
Y es que el solo hecho de que en el país nos esté gobernando un equipo de perfectos incompetentes no es suficiente para garantizar que en el futuro cercano y mediato el electorado logre por convicción propia y sin esfuerzo alguno llegar a la conclusión de que el gobierno debe cambiar y que la ausencia de resultados es suficiente para un despertar democrático profundo que elimine la posibilidad de un refrendo a quienes no merecen la oportunidad de continuar destruyendo la nación. Y si no me creen volteen a ver lo que ha pasado en países como Venezuela, Cuba, Argentina, El Salvador, Turquía e incluso hasta hace poco los Estados Unidos en que la apatía y desinterés ha destruido naciones enteras.
El problema es mucho más complejo y profundo, entre otras cosas, porque lo malo que tienen para gobernar lo tienen bueno para engañar, simular, confundir, distraer, y en general generar una retórica popular muy eficaz y perversa. Por eso en el desenmascarar esa fachada de aparente buena fe y buenos deseos radica el que en el futuro cercano se les pueda derrotar en las urnas y lograr una nueva alternancia en forma pacífica. Para ello hay varias etapas que son necesarias y se deben agotar con cuidado y esmero. Las hemos referido en anteriores entregas, pero como ya estamos más cerca de que se requieran implementar, cabe la necesidad de explicarlas y dimensionarlas cada vez más. Y en cada caso entender por qué es tan importante el componente ciudadano/pueblo de actuación e involucramiento.
En el momento actual requerimos dar un impulso definitivo a la defensa constitucional para que el Plan B (aprobado miserablemente por la mayoría sumisa de Morena y satélites en el Congreso federal) quede expulsado de nuestro sistema legal como resultado de las resoluciones que al efecto dicte la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
A prueba están nuestras instituciones y afortunadamente tenemos a 11 ministros que van a cumplir con su misión histórica de echar abajo el ataque descomunal que suponen las seis leyes integrantes del Plan B. Y aquí el componente ciudadano es, además de la vigilancia de actividades por parte de los jueces, la firma de un escrito de Amicus Curiae (amigos de la Corte) que significa el apoyo masivo para que el máximo tribunal haga su trabajo y misión histórica. Así es que todos a participar y firmar dicho documento en forma física o digital.
Igualmente importante es el vigilar y monitorear el proceso de renovación de los cuatro Consejeros salientes a principios del mes de abril. La composición de dicho grupo es crucial para que en el seno del INE no se dé una cooptación del árbitro por la vía de sus principales servidores, en particular en lo que toca a su Presidencia y un número muy relevante de integrantes del Consejo.
Al parecer quieren introducir en la mezcla a incondicionales de Palacio Nacional, como otra forma de cargar los dados para los procesos electorales por venir. No conocen límites a sus aspiraciones de permanencia y por ello no se van a detener ante nada para quedarse a la buena o la mala. Por eso la ciudadanía tiene que exigir transparencia al Comité Ejecutivo a cargo del proceso de selección de reemplazos.
Viene también un proceso muy relevante como es la presentación del Programa para un México mejor, algo que sucederá a finales de este mes de marzo como parte de un esfuerzo de estudio por muchos ciudadanos, expertos, académicos y otros que se fijaron desde hace más de dos años la meta de preparar un diagnóstico, propuesta de cambios, acciones a realizar, y dimensión humana e individual de cada tema de relevancia para un cambio real en el país en beneficio de los grandes sectores sociales que tradicionalmente no han visto la resolución de sus inequidades y problemas.