JUEGO DE MALABARES
Una auténtica suerte de malabares tuvo que hacerse en la Carpa Morenista sobre la reforma para castigar con multas a quien dirija injurias al Domador de Palacio. Todo empezó con el lanzamiento de tres pelotas al aire que se hizo desde la Carpa de Palacio cuando el Domador rechazó la medida y preguntó de dónde salió la propuesta de retomar una norma en desuso que data de 1917 y con la que se actualizaron los castigos y multas para sancionar las “injurias”. La adivinanza tenía tres posibles respuestas. La primera: esta reforma fue una motivación personal de la diputada y saltimbanqui zacatecana Bennelly Jocabeth Hernández Ruedas, y la Comisión de Gobernación la hizo suya sin medir las consecuencias. Dos, la morenista Bennelly Jocabeth fue instruida por su coordinador Ignacio Mier para impulsar esa iniciativa sin hacer mucho ruido y así poner un bloqueo a la libertad de expresión, pero ante un truco tan llamativo se pusieron nerviosos y terminaron con las pelotas en el piso. Y, tres, igualmente, como producto de una instrucción, Bennelly Jocabeth logró sembrar una reforma polémica para mandar un mensaje de que hay una mano que puede hacer ruido interno en las filas de Morena en la Carpa de los Diputados con línea directa desde el Senado. Al final, entre tanto manoseo no sólo terminaron por tirar las bolas, sino por aplastarlas y desdeñarlas, algo sí como aquel payaso que se tropieza con un truco elemental y luego simula cambiarse a retos más importantes.