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#LaEstampa | ¡Extraterrestres!

Quizá va siendo hora de tomar en serio el fenómeno de los llamados “fenómenos aéreos no identificados”.
jue 16 febrero 2023 07:59 AM
Estados Unidos dice que no tiene indicios de que el objeto volador sea chino.
Estados Unidos derribó un presunto globo espía de China el 4 de febrero.

La semana pasada fue única. Quizá por primera vez en la historia tuvimos que contemplar la posibilidad de que no estamos solos. Y no es ciencia ficción, o por lo menos no enteramente.

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Las páginas principales de los diarios en Estados Unidos se preguntaron cuál era el origen de los objetos que, de manera dramática, tuvieron que derribar los aviones de guerra estadounidenses sobre los cielos de Norteamérica. Las autoridades cerraron enormes áreas al vuelo comercial y la discusión giró en torno al rescate de los restos de estas misteriosas aeronaves (o lo que hayan sido).

En un momento dado, la vocera de la Casa Blanca tuvo que hacer una aclaración inédita. “No hay ninguna indicación de que se trate de extraterrestres”, dijo Karine Jean-Pierre. No hizo la aclaración por gusto. Se vio obligada después de que autoridades militares de Estados Unidos dijeran, para sorpresa del planeta, que no era posible descartar el origen extraterrestre de los objetos en cuestión.

En suma, una semana que pareció evocar más el principio de una película hollywoodense que un verdadero ciclo noticioso.

Y aunque lo más probable es que el origen y propósito de las naves todavía desconocidas tenga una explicación mundana, quizá va siendo hora de tomar en serio el fenómeno de los llamados “fenómenos aéreos no identificados”. Y no hay que tomarlo en serio por morbo. Hay que hacerlo porque hay evidencia suficiente que sugiere que en los cielos de la Tierra se han presentado cientos de casos de objetos cuyo comportamiento en vuelo no solo desafía la física sino también las capacidades tecnológicas que conocemos en la humanidad.

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De nuevo: es perfectamente posible que estas naves sean producto de tecnología secreta estadounidense o de algunos países rivales, o que tengan una explicación más simple aún. Pero los testimonios - ya revisados con seriedad por el gobierno estadounidense, por cierto- de los pilotos de la fuerza aérea que se han encontrado cara a cara con estos objetos revelan un asombro respaldado por auténtico conocimiento técnico de los límites de la tecnología aeronáutica de la humanidad. Esas naves, dicen los pilotos, hacen cosas que ninguna nave de manufactura humana puede hacer.

Por lo pronto, nos queda esta semana de asombro y la posibilidad, tal vez, de que algún día mirando a los cielos nos encontremos con una sorpresa que cambie para siempre nuestro lugar en el espacio.

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Nota del editor:

Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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