“No habrá cierre. La elección del proceso interno será mi cierre y… (mostrando gran confianza, prosiguió con un) ando echado pa’delante”.
¡Así o más norteño!
Les cuento, el domingo el PRI de Coahuila buscará mostrar músculo y echará TODA la carne al asador, así tal cual, pues iniciaron un proceso interno, una elección interna y el domingo será la votación. Y manolo no dejará de trabajar como cualquier otro día.
Cuando conocí al entonces alcalde de Saltillo, me encontré con un chavo jovial, pero que le entiende a la política y que sabe de su estado, no solo de palabra sino de conocerlo tras haberlo recorrido; y déjenme ponerlo de esta manera: las suelas de sus botas, obvio, de cowboy, se ven MUY gastadas.
Manolo, como se le conoce, es también un hombre de familia con cuatro hijos y quien como buen norteño pasa los fines de semana con familiares y amigos. Es bueno para la carne asada y dicen que hará “carbón” a los morenos y chicharrón al del PT.
Gusta también de correr pa’ la sierra, pero no para esconderse, no anden de mal pensados, sino porque ama hacer ejercicio, sobretodo correr, así como los caballos. De hecho, déjenme decirles que su mamá es escaramuza.
Joven político de la buena escuela
Su abuelo materno, Luis Horacio Salinas, además de un exitoso empresario, fue presidente municipal de Saltillo y dirigente del PRI.
Un político de la vieja -de la buena- escuela, a quien Manolo le aprendió.
Quienes lo conocen, dicen que el fallecimiento de su abuelo Luis Horacio lo llevó a madurar en horas y a convertir esta pérdida en una fortaleza. “Entró al velorio como un joven y salió como un hombre”, señalan sus cercanos.