INTROMISIÓN EN LA PISTA DE LA CORTE
Más enredado que un baile de listones ejecutado en un intermedio de payasos prevén que termine el Domador de Palacio con la nueva intromisión que está ejerciendo contra la carpa de la Suprema Corte en el tema de la prisión preventiva. Si bien es cierto que la medida debe someterse a revisión porque en general ha servido para entorpecer cientos de procesos judiciales y saturar las prisiones con cerca de 100,000 personas a las que no se les ha dictado sentencia pero sí se les retiene, en algunos casos también ha ayudado a que diversos inculpados puedan ser retenidos en lo que se fortalece un expediente judicial; sin embargo, lo que no debe de hacer el residente de Palacio es dictar el sentido en el que debería actuar la Corte. Las pistas de cada poder, recuerdan los expertos en leyes, están delimitadas y la autonomía de cada una se fortalece con el respeto a su libre actuación. Y aunque al Domador no le guste el sentido del proyecto del ministro Luis María Aguilar, de anular la figura de la prisión preventiva oficiosa, lo que no debe hacer es mandar un documento gubernamental dictando el sentido en que “le gustaría” que se resolviera el tema.