El desenlace legal está en el aire. Es posible que jamás conozcamos lo que encontró el FBI en la residencia de Mar-a-Lago. Pero también es posible que el Departamento de Justicia decida proceder contra Trump. Eso daría paso a la arena política, en la que Trump seguramente se verá beneficiado por la narrativa de víctima que ya construye.
Por lo pronto, sin embargo, lo que existe es un acto legal y legítimo: el allanamiento, con orden en mano, de la residencia de un hombre que, todo parece indicar, en quizás culpable de un crimen. Que ese hombre sea expresidente de Estados Unidos y posible candidato presidencial en el siguiente ciclo convierte al momento en algo extraordinario.
___________________
Nota del editor:
Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.