La llamada 4T no cumple con lo que promete. Prometieron pacificar al país y la violencia contra las mujeres es lacerante.
Los datos publicados a finales de abril por el Secretariado Ejecutivo demuestran que entre 10 y 11 mujeres son asesinadas al día. Más de 600 mujeres denuncian violencia doméstica cada día.
Sin embargo, desde el micrófono presidencial, tiene tiempo para hablar de las campañas, de los republicanos, de los demócratas, de los conservadores, de Loret de Mola, de Eugenio Derbez, pero nada, no dice nada de las mujeres asesinadas en este país.
Durante el gobierno de López Obrador han sido asesinadas 12,588 mujeres, 7, 915 han desaparecido. Más de 10,000 han sido víctimas de extorsión, 926 han sido secuestradas y 1,529 han sido víctimas de trata.
Las denuncias por violencia de género se han incrementado un 30% y la violencia intrafamiliar ha crecido un 20%, entre 2019 y 2021.
La violencia no sólo no para, sino que empeora día con día. Y los recursos que el gobierno federal destina a proteger a las mujeres son una miseria.
Hay tres programas federales destinados a la atención de mujeres en situación de violencia pero, lamentablemente, este gobierno sólo les destinó el 0.014% del total del presupuesto.
A esto se le suma el caso de los refugios, los recursos no se entregan a tiempo y se pone en riesgo la vida de las mujeres que recurren a estos centros, huyendo de la violencia en sus casas.
El desinterés del gobierno federal está cobrando la vida de las mujeres en México y la estrategia debe cambiar.