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#LaEstampa | Desencuentro con España

Está claro que López Obrador desconfía de las empresas españolas, pero la pregunta importante es: ¿qué gana México con la descalificación que hace su presidente de un importante socio comercial?
jue 10 febrero 2022 11:59 AM
El presidente López Obrador anunció una pausa en la relación con España.
El presidente López Obrador anunció una pausa en la relación con España.

El presidente López Obrador ha retomado una de sus costumbres más singulares: inventarse pleitos con distintos países. Algunos tienen una estrecha relación histórica con México; otros no tanto. Algunos importan para la economía mexicana; otros no tanto. Lo único que tienen en común es la misteriosa inquina de López Obrador.

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En todos sus desencuentros, al presidente le falta una reflexión indispensable. Está claro que estos pleitos le sirven de algo al propio López Obrador, quizá como distractores ante el peso de una realidad adversa. Algún beneficio político les ha de encontrar. Pero el presidente de México no debería gobernar para sí mismo. Su papel no es buscar una catarsis propia o manifestar sus propios prejuicios.

Al presidente le gusta decir que él ya no se pertenece. En cierto sentido, es verdad: López Obrador necesita responder por los intereses del país que gobierna, no por los suyos.

Pensemos en el caso de la declaración sobre España del día de ayer. Está claro que López Obrador desconfía de las empresas españolas y quién sabe de qué más. Pero la presidencia de México, insisto, no se trata del juicio personal de quien la ejerce. La pregunta importante es: ¿qué gana México con la descalificación que hace su presidente de uno de los socios más importantes del país? Porque España es eso para nuestro país. Más de 10% de la Inversión Extranjera Directa en México es española.

Hablar de poner en pausa la relación no es cualquier cosa ni caerá en oídos sordos. Es un asunto serio.

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¿A quién ayuda, pues, esta desavenencia? Al país ciertamente no. Podrá ayudar a López Obrador, pero hasta ahí. Y eso –la búsqueda del beneficio político propio en el ejercicio de la administración pública– no es parte de la descripción del empleo que el presidente asumió, con la obligación de ver por los intereses de México, hace ya varios años.

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Nota del editor:

Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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