En fin, AMLO puede tener decenas de discursos para cada grupo social. Sin embargo, a quienes ha enfrentado con arrojo desde muchos años antes de llegar a la silla presidencial es a los empresarios. Específicamente, a las cámaras y organismos a quienes ha denostado y denigrado a lo sumo.
Pero el –diferente– Andrés Manuel que bajó del avión desde los Estados Unidos ya tenía una sorpresa a ese gremio “fifí” que más detesta al presidente. Un guiño político que tenía guardado para sus opositores. Pero en esta ocasión no para perseguirlos u ofenderlos. Todo lo contrario.
Para problemas grandes: decisiones fuertes
La noticia “bomba” que tronó por la tarde de este 23 de noviembre fue la confirmación de un rumor que se escuchaba en los pasillos de la Cámara de Diputados y el Senado de la República: el presidente le entregaba un triunfo a la oposición, retirando el nombramiento del exsecretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, como próximo gobernador del Banco de México. Dejando en el limbo el nombre de quien será ungido por parte del Ejecutivo.
Inmediatamente después de que fuera oficial el sacrificio de Herrera. López Obrador reunió a un grupo de empresarios de primer nivel en Palacio Nacional. Ahí estuvieron Germán Larrea, presidente del Consejo de Administración de Grupo México; Bernando Gómez, vicepresidente de Grupo Televisa; Olegario Vázquez Aldir, director de Grupo Ángeles; Carlos Hank González, presidente de Grupo Banorte, y Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas.