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#BuróParlamentario | Comisiones legislativas: ampliación y reparto

La austeridad fue una moda que sentó bien a la 4T cuando el presidente estaba recientemente electo y cuando la reducción en el sistema de comisiones no afectaba el programa del presidente.
lun 04 octubre 2021 11:59 PM
Sesión semipresencial ordinaria de la Cámara de Diputados.
CIUDAD DE MÉXICO, 20ABRIL2021.- Sesión semipresencial ordinaria del Tercer Año de Ejercicio de la LXIV Legislatura de la Cámara de Diputados en la que se somete a discusión el Proyecto de Decreto por el que se reforma al artículo décimo tercero transitorio de la Ley de Hidrocarburos, y diversos dictámenes de las comisiones de salud; trabajo y previsión social. FOTO: MARIO JASSO/CUARTOSCURO.COM

Más allá de los recursos y la atención mediática que pueden recibir en cada legislatura, las comisiones legislativas son órganos fundamentales de nuestro congreso: desde estos órganos se procesan las iniciativas y, de ser el caso, se empiezan a construir consensos.

Después de estos días de intenso jaloneo político partidista para definir quiénes presidirán las comisiones de la Cámara de Diputados en los próximos tres años, resulta necesario hacer una reflexión en torno al estado actual de nuestro sistema de comisiones.

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Un primer aspecto a considerar es la cantidad de comisiones en la asamblea. El referente teórico que mayor consenso ha generado para definir el número ideal de comisiones, es el paralelismo con la estructura del gobierno. Lo ideal es que la cantidad de comisiones legislativas guarde correspondencia con el número de dependencias gubernamentales federales.

La principal bandera de campaña de la 4T fue la austeridad. Por ello, además de ajustar los salarios, eliminar seguros de gastos para diputados y reducir dispendios de varios tipos, una de las primeras acciones de la fracción mayoritaria de Morena en la cámara en 2018 fue eliminar varias comisiones.

Con números muy cercanos a las 20 secretarías de estado, entre 2000 y 2006 (gobierno de Fox) hubo 42 comisiones. De 2006 a 2012 (gobierno de Calderón), esta cifra aumentó a 44; y entre 2012 y 2018 (gobierno de Peña) las comisiones ascendieron a 55. Si comparamos la cantidad de comisiones del gobierno actual (45 y 51) con administraciones anteriores, podemos observar que, en estos términos, la 4T ha sido más austera que el gobierno de Peña, pero no más austera que los gobiernos panistas de Fox y Calderón.

Importa aclarar que, para cambiar la cantidad de comisiones en una legislatura, se necesita que diputados y senadores avalen modificaciones a la Ley Orgánica del Congreso los primeros días de septiembre, para lo cual se requiere de una mayoría del 50% más uno. Si bien la cantidad de comisiones en la cámara no depende únicamente del presidente de la República, cuando éste tiene el apoyo de una mayoría absoluta, puede decirse que el Ejecutivo sí incide sobre el tamaño del sistema de comisiones.

Durante la etapa de partido hegemónico en México (1929-1988) los presidentes, que siempre tuvieron mayorías, modificaron el tamaño del sistema de comisiones para implementar las reformas más importantes de su agenda de gobierno, así como para mantener la estabilidad del sistema, dándole juego político (a través del premio que representan las comisiones) a líderes de ciertas fracciones internas del partido o incluso a la oposición.

Manuel Ávila Camacho, por ejemplo, aumentó en 30% la cantidad de comisiones con respecto de las que hubo en el 2º trienio de su antecesor, Lázaro Cárdenas. Por su parte, en el primero trienio de Luis Echeverría, la cantidad de comisiones aumentó en 25% con respecto de las que tuvo Díaz Ordaz hacia el final de su mandato.

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En el caso de AMLO (primer presidente con mayorías legislativas desde Ernesto Zedillo), el aumento en la cantidad de comisiones a mitad de su mandato responde exactamente a los mismos incentivos. En primer lugar, este ajuste le sirvió para premiar a los partidos que acompañaron a Morena en la elección de 2021 (PVEM y PT). Al grado que el Partido Verde obtuvo la presidencia de una comisión tan importante como lo es la de Hacienda y Crédito Público. Asimismo, el ensanchamiento del sistema de comisiones responde a los intereses programáticos de AMLO. Ejemplo de ello es la creación de una Comisión de Reforma Político Electoral que se encargará de pastorear el proyecto que el presidente viene preparando desde junio de 2021 para cambiar las reglas electorales en el país o el cambio nominal en la nueva Comisión de Bienestar.

Otro aspecto que amerita reflexionar dentro del sistema de comisiones, es la relación entre la reelección y la asignación de presidencias de las comisiones. El argumento con el que se nos “vendió” la reelección hace algunos años, era que, además de tener más control sobre nuestros representantes, tendríamos legisladores y órganos más profesionales.

En primera instancia, parecería que la reelección ha rendido frutos pues de los 40 presidentes de comisión que hasta ahora han sido nombrados, 22 ocuparon una diputación federal en la legislatura anterior (55% de presidentes experimentados). Esta cifra es aún más prometedora cuando se tiene en cuenta que 32 de estos 40 presidentes de comisión ya han fungido como diputados federales, locales o senadores (80% tienen algún tipo de experiencia legislativa).

Sin embargo, se observa, también, que de 19 legisladores que fungieron como presidentes de comisión en la 64 legislatura (2018-2021) y que se reeligieron para el periodo 2021-2024, únicamente se aprovechó la experiencia de 7 congresistas a quienes nuevamente se les asignó una presidencia de comisión. Y, de esos 7, únicamente 3 legisladores repitieron como presidentes de la misma comisión que tuvieron a su cargo en la 64 Legislatura. El único caso de un presidente de comisión actual que presidió la misma comisión en una legislatura previa a la 64 es el de Alejandro Moreno Cárdenas (PRI), que actualmente preside la Comisión de Gobernación y que tuvo a su cargo esa misma comisión en la 62 legislatura (2012-2015).

En conclusión, la austeridad fue una moda que sentó bien a la 4T cuando el presidente estaba recientemente electo y cuando la reducción en el sistema de comisiones no afectaba el programa del presidente. Ahora que AMLO necesita atender temas prioritarios y premiar legislativamente a su coalición electoral, la cantidad de comisiones volvió a aumentar.

De igual modo se puede decir que si bien la reelección aumenta la posibilidad de tener comisiones más profesionales, a cargo de legisladores experimentados en el tema, el criterio de selección de integrantes y presidentes de comisión sigue estando orientado por las lealtades partidistas y el amiguismo por encima de la experiencia.

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Nota: Sergio A. Barcena es doctor en Ciencia Política por la UNAM. Especialista en Poder Legislativo. Investigador del Tec de Monterrey y director de la asociación Buro Parlamentario.

Buró Parlamentario es una asociación civil que busca vigilar al Poder Legislativo promoviendo una ciudadanía informada, activa y participativa.

Twitter: @BuroParlamento

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Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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