¿Ahorros? Más bien un FEIP pulverizado
Un gran “logro” que le encanta presumir al presidente son los ahorros logrados por el combate a la corrupción. En el Informe afirmó que “en dos años, nueve meses, se han ahorrado un billón 400 mil millones de pesos en compras y contratos, reduciendo al mínimo el robo de combustible, el llamado huachicol, y disminuyendo drásticamente la defraudación fiscal y otras malas prácticas dañinas que proliferaban en la hacienda pública en el antiguo régimen”.
Además de que detrás de esta cifra hay una metodología cuestionable (porque, simplemente, nunca se ha explicado o dado a conocer), es un hecho: lo que se ha generado en lo que va del sexenio son desahorros. Cuando llegó López Obrador al Gobierno el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) contaba con casi 300 mil millones de pesos, pero al 30 de junio de 2021 sólo tiene 15.5 mil millones. Esto deja más expuesto al Gobierno ante un desbalance macroeconómico y con menor margen de maniobra.
Pero ampliemos el foco. Mediante procesos de extinción de fideicomisos, mandatos y actos jurídicos análogos sin estructura orgánica, se han consumido 471.1 mil millones de pesos del patrimonio resguardado. De estos recursos, 183.0 mil millones fueron usados durante 2019, 176 mil millones en 2020 y 112.2 mil millones durante el primer semestre de 2021.
Deuda pública: el peso de lo inevitable
El no endeudamiento es todo un leitmotiv de la 4T, como si estuviéramos en la década de 1990 en pleno Consenso de Washington. Y a pesar de todo ello, la deuda sí ha aumentado. En distintas ocasiones el presidente afirmó en su Informe que mediante “(la) fórmula de combatir la corrupción y gobernar sin lujo ni frivolidad, hemos podido cumplir los compromisos de no endeudar al país, no aumentar impuestos, no subir los precios de los combustibles”.
La realidad es que al cierre de 2020 el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) llegaron a 12.08 billones de pesos, 775 mil millones más en términos reales frente al cierre de 2018. Además, para 2021 se tiene aprobados 700 mil millones de pesos más en deuda, según la Ley de Ingresos, y 779 mil millones para 2022, según los Precriterios Generales de Política Económica. Aunque no se quiera, no se puede mantener a un país sin deuda si recurrentemente los ingresos son menores a los egresos, como se refleja en el déficit constante del Balance Público.