Un dato importante es que Movimiento Ciudadano (MC) fue el único partido que creció en número absoluto de votos entre 2018 y 2021, al pasar de 4.41% a 7.01%. Además, logró refrendar su hegemonía política en Jalisco y su candidato en Nuevo León obtuvo la gubernatura, con lo que MC gobernará dos de las entidades más importantes de México, que en conjunto suman 11.2% de la población y 14.7% del PIB del país.
Pese a ello, MC perdió escaños en la Cámara de Diputados y su bancada será de tan sólo 23 legisladores: tan pequeña que tendrá poco peso político. Un análisis de Integralia sugiere que, de haber formado parte de la coalición “Va por México”, hubiera logrado mejores números en la Cámara Baja. A nivel local, destaca que, pese a ganar la gubernatura de Nuevo León, no logró ni un asiento en el congreso local. Tal parece que Movimiento Ciudadano todavía no ha desarrollado los enclaves territoriales necesarios para ser un partido competitivo a nivel nacional, pero su estrategia podría resultar en un futuro próximo, ya que avanzaron posiciones en entidades como Nayarit, San Luis Potosí y Sonora.
En otro orden de ideas, los resultados electorales deparan un mayor equilibrio en la Cámara de Diputados durante la próxima legislatura en comparación con la dinámica que marcó a la legislatura que está por concluir. Morena y sus aliados retuvieron la mayoría absoluta con 281 escaños, pero perdieron la mayoría calificada (⅔ partes). No pueden reformar la Constitución sin el apoyo de otros partidos, pero cuentan con los votos necesarios para aprobar el presupuesto y reformas al marco jurídico federal. Asimismo, podrían impulsar una posible reforma fiscal sin requerir el voto opositor.
Un punto destacado es que la coalición “Va por México” funcionó en la elección federal, puesto que PAN, PRI y PRD obtuvieron 48 escaños más de lo que hubieran conseguido en caso de competir solos. Además, esta alianza evitó que la coalición oficialista se quedara a nueve escaños de la mayoría calificada en la Cámara de Diputados.
Otro punto relevante es que las encuestas carecieron de precisión en términos generales, sobre todo en la estimación de la Cámara de Diputados. Las encuestas realizadas en vivienda no fueron más exactas que las telefónicas y digitales. No se registraron variaciones significativas entre las mediciones de unas y otras.