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El PRI quedó moribundo

Luego de la elección del 2021, el PRI se ha convertido en un partido satélite del PAN.
mié 09 junio 2021 11:59 PM

Hasta antes de esta elección el PRI había sido, desde la época revolucionaria el partido más grande a nivel local. Gobernaba en 12 estados, en la gran mayoría de ellos en alianza con el Partido Verde, y en al menos cinco de ellos nunca había perdido una sola elección desde 1929.

Esta elección lo noqueó. De las 15 gubernaturas en disputa, el PRI gobernaba en ocho de ellas, pero luego de la contienda el PRI perdió en cada una de ellas. Es decir, pasó de gobernar a nivel local a un total 44 millones de personas a solo gobernar 27 millones, una pérdida de más del 25%. Ningún partido perdió tanto. A ello habrá que agregarle que, a nivel federal, el PRI también se vio menos beneficiado que el PAN por la alianza opositora. Mientras que el PAN ganará en promedio 31 curules más que en 2018, el PRI solo ganará 24.

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La debacle del PRI ha abierto dos posibilidades interesantes para la política mexicana.

La primera es más competencia a nivel local. Algún partido tendrá que conquistar los espacios locales en los que el PRI retrocede y no queda del todo claro quién será. Hasta ahora lo que se observa es que Morena ha sido el favorito para cubrir esos espacios. Por ejemplo, en esta elección de las ocho gubernaturas que perdió el PRI todas fueron tomadas por el Morena con excepción de San Luis Potosí. El PRI solo mantendrá el control de cuatro gubernaturas: Oaxaca, Edomex, Coahuila e Hidalgo.

El que Morena sea el partido de preferencia para el expriista hace sentido, sobre todo en zonas rurales, porque el PRI rural ha sido tradicionalmente un partido de centro izquierda. Las políticas de subsidios y apoyos a las clases populares son afines a ese tipo de PRI –y también a Morena.

Un segundo cambio es que, con un PRI reducido, y con el Congreso fragmentado, las alianzas del PRI con otros partidos cobrarán enorme relevancia. En otras palabras, el PRI puede comenzar a convertirse en el nuevo Partido Verde. En un partido dispuesto a ir en coalición con el PAN o con Morena, dependiendo de su ánimo o preferencia.

Algunas declaraciones recientes de López Obrador hacen pensar que la estrategia de Morena será buscar que algunos diputados del PRI voten con la coalición Morena-PVEM-PT a fin de lograr aprobar cambios constitucionales. El PRI, sin embargo, ha tenido declaraciones diferenciadas. En ocasiones celebrando su lealtad al PAN-PRD y en otras, simplemente quedando en silencio con aceptación tácita.

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Más aún, las preferencias del electorado en 2021 han dejado muy claro que el PRI no tiene posibilidad de ganar la Presidencia si no es de la mano del PAN, lo que deja al PAN con muchas cartas bajo la manga. Del PAN dependerá que el PRI continúe existiendo a nivel federal en 2024.

El PAN, sin embargo, puede no tener incentivos para ir de la mano del PRI a nivel federal. Cuatro de cada 10 panistas dicen que nunca votarían por el PRI. Una coalición con el PRI puede dejar al PAN con más pérdidas que ganancias para 2024.

Estamos ante una reconfiguración crucial de los partidos tradicionales. Las decisiones que tome la dirigencia del PRI serán cruciales para ver si el PRI se convierte en una poderosa visagra negociadora entre partidos, o en un satélite del PAN. Un partido que, cual rémora, dependa de la supervivencia de la Alianza por México, para continuar alimentándose y sobreviviendo.

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Nota del editor:

Las opiniones de este artículo son responsabilidad única de la autora.

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