Hasta antes de esta elección el PRI había sido, desde la época revolucionaria el partido más grande a nivel local. Gobernaba en 12 estados, en la gran mayoría de ellos en alianza con el Partido Verde, y en al menos cinco de ellos nunca había perdido una sola elección desde 1929.
Esta elección lo noqueó. De las 15 gubernaturas en disputa, el PRI gobernaba en ocho de ellas, pero luego de la contienda el PRI perdió en cada una de ellas. Es decir, pasó de gobernar a nivel local a un total 44 millones de personas a solo gobernar 27 millones, una pérdida de más del 25%. Ningún partido perdió tanto. A ello habrá que agregarle que, a nivel federal, el PRI también se vio menos beneficiado que el PAN por la alianza opositora. Mientras que el PAN ganará en promedio 31 curules más que en 2018, el PRI solo ganará 24.