¿Y en los estados? La alianza no se llevó ninguno
A finales de 2020, tres fuerzas políticas más importantes en el país PAN, PRI y PRD decidieron aliarse para contender en 11 de las 15 gubernaturas y en 219 distritos para la Cámara de Diputados para ganar más espacios. En ninguna de estas entidades la alianza tuvo resultados favorables.
En el caso del PAN, ganó más donde fue solo o con el PRD, como en el caso de Querétaro, con Mauricio Kuri, y Chihuahua con María Eugenia Campos, respectivamente, pero en el caso del PRI y del PRD, ambos perdieron los estados en los que gobernaban.
En total, el PAN conservó dos y perdió dos de las cuatro entidades en las que gobierna: Baja California Sur y Nayarit; mientras que el PRI perdió sus ocho estados en disputa -entre ellos sus bastiones, Colima y Campeche, donde no había habido alternancia, de los cuales siete frente a Morena y uno (San Luis Potosí) ante PVEM. En tanto que el PRD perdió su entidad, Michoacán, ante la ola morenista.
En la misma mesa de Expansión Política, Carlos Bravo Regidor detalló que estas “alianzas pragmáticas” entre partidos tienen un saldo muy irregular, relacionados con el hecho de que los electorados no siempre se comportan conforme a la premisa que si dos partidos se unen van a poder sumar a sus electorados.
“Hay panistas a los que no les gusta que el PAN se alíe con el PRI, hay perredistas que no les gusta que el PRD se alíe con el PAN, y en esas alianzas, esos partidos, pierden a sus electores y eso explica en otros lugares el fortalecimiento de otras opciones”, comentó.
A nivel local estamos viendo una reconfiguración que tiene que ver en parte con el electorado y con una estrategia de estos tres grandes partidos tradicionales en la que no necesariamente se ve reflejado el electorado.
Carlos Bravo