Hablar de una elección democrática sin que exista libertad de expresión sería una contradicción. Los medios de comunicación son esenciales para que las contiendas se lleven a cabo de forma justa y equilibrada, pues es necesario contar con información relevante en torno al propio proceso electoral, a efecto de que los ciudadanos estén en condiciones de tomar decisiones con conocimiento de causa. No obstante, en el contexto actual esto no resulta sencillo.
Alcanzar el justo equilibrio entre la exigencia de neutralidad y respeto al pluralismo político por un lado, y el ejercicio de la libertad de información, por otro, es uno de los principales desafíos a los que nos enfrentamos en estas elecciones. Entre otras cosas, porque hoy se requiere una mayor voluntad por parte de las fuerzas políticas y un mayor grado de confianza en los profesionales de los medios de comunicación, que deben ser los primeros interesados en ejercer su labor periodística con el rigor que el electorado merece y que exige el derecho a la información como sustento de la democracia.