Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

#LaEstampa | La muerte de Victoria Salazar

¿Por qué no hemos reaccionado con profunda indignación y dolor a la imagen de una mujer asesinada por policías, tirada en la calle con el cuerpo contrahecho?
jue 01 abril 2021 11:59 PM
Mujer-tulum
El asesinato de Victoria Salazar en Tulum indignó pero no ha suscitado un movimiento social.

A finales de mayo del año pasado, un grupo de policías en Minneapolis detuvo violentamente a un hombre afroamericano llamado George Floyd. Uno de los oficiales, llamado Derek Chauvin, se arrodilló sobre la nuca de Floyd, que de inmediato comenzó a suplicar un alto a la tortura. “No puedo respirar”, suplicaba. A Chauvin le importó poco. Durante casi diez minutos, no se movió ni un centímetro, hasta que mató al hombre injustamente sometido.

El video de la muerte de Floyd dio pie a una ola de indignación como Estados Unidos no había visto en más de medio siglo. El rostro de Floyd comenzó a aparecer en miles de murales improvisados en todo el país. A los pocos días, cientos de miles de personas protestaban en la calle en lo que se convertiría en el mayor movimiento social en la historia moderna estadounidense. En muchos sentidos, la horrible muerte de Floyd puso al descubierto heridas profundas en Estados Unidos y generó un debate urgente sobre las deudas históricas del país.

Publicidad

Estos días me he acordado de lo que ocurrió con George Floyd no sólo porque ha comenzado en Estados Unidos el juicio contra el oficial Chauvin, sino porque en México ha ocurrido un caso parecido: la horrenda muerte de la refugiada salvadoreña Victoria Salazar en Tulum. Las circunstancias son similares. La manera como la policía local sometió a la mujer hasta matarla, rompiéndole dos vértebras por la presión sobre el cuello, es un eco tenebroso de lo que pasó en Minneapolis.

Pero hasta ahí llegan los parecidos. En Estados Unidos, la muerte de George Floyd dio pie a un movimiento social de enorme potencia. Multitudes comprendieron la necesidad de protestar ante el abuso policial y la injusticia racial.

¿Qué ha pasado en México tras la muerte de Victoria Salazar? Nada ni remotamente similar. No hay manifestaciones multitudinarias en defensa de los inmigrantes ni protestas por la violencia policial ante una mujer indefensa. ¿Por qué? ¿Qué explica nuestra indolencia ante un caso tan terrible? ¿Por qué no hemos reaccionado con profunda indignación y dolor a la imagen que acompaña este texto, la imagen de una mujer asesinada por policías, tirada en la calle con el cuerpo contrahecho?

Publicidad

Hay muchas posibles respuestas. Algunas son particularmente dolorosas, como la que nos obliga a reflexionar sobre nuestra xenofobia.

Por ahora hay que mirar de cerca la imagen y preguntarnos dónde quedó nuestra capacidad para la indignación moral.

___________________

Nota del editor:

Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

Publicidad

MGID Recomienda

Newsletter

Los hechos que a la sociedad mexicana nos interesan.

Publicidad

Publicidad