Las mujeres y el movimiento feminista constituyen el verdadero bloque opositor, no hay partido político, ni movimiento con mayor credibilidad que el feminista, por ello, ante los desprecios, insultos y desacreditaciones de AMLO, se prevé le pasen la factura a Morena con el llamado “voto de castigo”, para demostrarle al presidente y a su gabinete que el deber de gobernar conlleva una gran responsabilidad, la cual demostraron no estar a la altura.
Este 8 de marzo fue día en pro de las mujeres, pero también fue un día de tristeza, de rabia, de llanto, de impotencia por los miles de feminicidios ocurridos en México, y por otros miles de casos de violencia de género que las incompetentes autoridades de procuración y administración de Justicia no han podido resolver, todo con la complacencia y risa burlona del gobierno federal.
Fuimos testigos de la instalación del “Muro de la ignominia”, mal llamado “muro de paz”, así como del despliegue de miles de elementos policiacos de la CDMX, que sin protocolos de actuación, ni una capacitación en uso de la fuerza pública, hicieron un despliegue de efectivos y vehículos para reprimir las protestas legítimas, utilizando la llamada técnica del encapsulamiento, que demostró ser desproporcional en el uso de la fuerza pública y una restricción de libertades y derechos.
También se detectaron policías hombres vestidos de civil, que violando la ley actuaron como contención durante la marcha, en fin. Toda una cadena de excesos y arbitrariedades por parte del gobierno federal y el de la Ciudad, sin que obre ninguna consecuencia legal para los funcionarios públicos involucrados.
En todo esto, la “gota que derramó el vaso” fue "la presencia de hombres armados" en el techo de Palacio Nacional, que rápidamente el gobierno salió a aclarar diciendo que no eran armas, que eran aparatos “caza drones”; es decir, que elementos de seguridad fueron equipados con aparatos que inhiben la señal del GPS del dron, cortando toda comunicación con su operador y por lo tanto su inutilización, no obstante, el despliegue del “personal caza drones”. Esto fue un acto de imprudencia y total torpeza de quien dio las ordenes de operación, ya que –según la doctrina y normatividad al respecto– la contención de muchedumbres o movimientos sociales se considera como un acto crítico de extrema vulnerabilidad, donde los agentes encargados de hacer cumplir la ley tienen que cumplir con un protocolo de uso de la fuerza pública, pero también deben contar con el suficiente criterio y experiencia para no provocar situaciones de alarma que puedan originar que la multitud se salga de control, por torpezas como la que vimos el día de ayer.