Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

#8M | Ellas unieron sus voces para pedir fin a las agresiones

Víctimas de agresiones, mujeres que luchan por una cultura sin machismo, madres que enseñan a sus hijas a manifestarse, minorías trans, enfermeras, ciclistas, todas tienen un reclamo común: respeto.
mié 10 marzo 2021 12:20 AM
(Obligatorio)
Cientos de mujeres con historias particulares se manifestaron en todo el país para solicitar respeto a su condición de mujer.

Mujeres tomaron las calles de la Ciudad de México para salir a marchar este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Mujeres que han padecido agresiones físicas o violencias sexuales y familiares de víctimas tomaron las calles; participaron también madres que luchan por los derechos de sus hijas, enfermeras que atienden pacientes con COVID, mujeres trans y hasta mujeres ciclistas, todas lo hicieron con una petición: trato digno y fin a las agresiones.

A diferencia de otras protestas contra la violencia de género, este año –el segundo año marcado por el COVID– no hubo grandes contingentes, lo que sí hubo fue diversidad de denuncias pero un fin común: respeto. Entre las manifestantes también se expresó una circunstancia: la desigualdad se ha incrementado durante la pandemia de COVID-19

Publicidad

“No nos vamos a cansar”


Jesús Quintana, padre de niña asesinada

Los papás de Fátima Varinia Quintana Gutiérrez –la niña de 12 años asesinada en 2015, en el municipio de Lerma, Estado de México– llevan desde ese año acudiendo a las protestas del 8 de marzo, y esta no fue la excepción.

"No vamos a cansarnos de exigir justicia para mi niña. Los desgraciados que la mataron están saliendo poco a poco. Nuestras hijas merecen justicia", dijo Jesús Quintana, padre de la menor.

Este año, junto a las fotos de Fátima están las de Daniel Emiliano, su hermano, quien falleció a causa de COVID-19 luego de que se le negó atención médica, acusan los padres, por lo que presentaron una denuncia por negligencia.

El nombre de Fátima Quintana fue uno de los que se escribió en el muro metálico que se colocó alrededor de Palacio Nacional previo a la protesta del 8 de marzo, y el cual fue renombrado por familias de víctimas y colectivos feministas como "muro de la memoria".

Lecciones de equidad


Gabriela Rosas y Carolina, madre e hija

Con una sonrisa que se notaba a pesar del paliacate y equipada con sombrero, Gabriela Rosas llegó a la zona del Monumento a la Revolución acompañada de su hija Carolina de 10 años a la marcha del #8M.

Para Gabriela su razón de marchar es que su hija pueda salir a la calle sin el riesgo de ser violentada, en un país donde durante el 2020 se cometieron 969 feminicidios, de acuerdo con cifras del Subsecretario de Seguridad Pública.

Mientras le enseña a su hija a manifestarse en las calles para exigir sus derechos, Gabriela asegura que intenta demostrar la equidad entre hombres y mujeres desde su hogar.

"En mi casa hay igualdad entre mi hijo y mi hija: igualdad de responsabilidades, igualdad de cariño, igualdad de derechos. Por eso estoy aquí, porque quiero que la traten equitativamente, que no la traten menos que a un hombre", afirmó.

Publicidad

"Son mis amigas aunque no las conozca"


Jessica, enfermera

Con uniforme y cubrebocas morado que distingue al movimiento feminista, Jessica (nombre ficticio pues prefiere el anonimato) salió del hospital donde trabaja para manifestarse este #8M.

Ella trabaja como enfermera en un hospital público que atiende a pacientes con COVID-19 desde abril del año pasado.

"Hemos trabajado con bajos salarios, nos comentan que nos van a dar bonos COVID que nunca nos han dado, no nos quieren dar el equipo suficiente para ingresar al área COVID. Solamente vengo a manifestarme porque sé que todas ellas son amigas mías aunque no las conozca", cuenta la joven enfermera.

Narra que una de las cosas difíciles como mujer en la primera línea de atención al COVID-19 es soportar las largas horas de trabajo, algo que se complica durante la menstruación, situación que, dice, ni siquiera se piensa cuando ellas están laborando.

"Los días que estás menstruando y estás con todo ese equipo y el calor ni quisiera puedes salir a cambiarte la toalla, el tampón o lo que lleves", denunció Jessica.

"Todas luchamos"


Cihua, mujer trans

Por primera vez a la marcha del #8M se sumó una nueva bandera con tres colores: morado del feminismo, verde por el derecho a decidir de las mujeres sobre su propio cuerpo y rosa, como símbolo de la inclusión de las mujeres trans.

Con esta bandera se distingue el grupo al que se unió Cihua para compartir la experiencia de tomar las calles así como para protegerse, pues una parte de las mujeres que se identifican como feministas no considera a las mujeres trans como tal.

"Ya lo han hecho antes, ya nos han agredido", cuenta Cihua sobre otras marchas, por lo que para protegerse prefiere protestar acompañada.

Para ella, la violencia que viven mujeres trans o no trans es una misma.

"Las personas trans somos más vulnerables porque, efectivamente, atraemos la atención de agresores de género y de personas que piensan que nosotras no tenemos derechos. Todas las mujeres luchamos contra el acoso, contra la violencia machista al interior de nuestros hogares, al ir a la tienda, al ponernos borrachas. En realidad, las mujeres afrontamos la violencia todos los días”, acusó.

Publicidad

“Su pareja la calcinó”


Familiar de víctima

Alejandro Ruiz Gil, primo de María Teresa Gil, o Marité, como la llamaban sus seres queridos, también acudió a la marcha de este lunes para exigir que el caso sea investigado como feminicidio, así como un castigo no solo para el responsable, sino para los peritos que dictaminaron que fue un accidente.

"Marité fue víctima de su pareja, quien la golpeó, la amarró y la calcinó viva; ella tenía 32 años. Las servicios periciales dictaminaron que fue un accidente por corto circuito, y dejaron libre a su asesino", recuerda Alejandro sobre los hechos ocurridos en diciembre de 2018 en la Ciudad de México.

Como familiar de una víctima de feminicidio, Alejandro manifiesta su apoyo a todas las mujeres que este lunes marcharon, gritaron y rompieron en la Ciudad de México.

Estimaciones de la Red por los Derechos de la Infancia indican que en México, cada día, siete niñas y adolescentes son desaparecidas; mientras que la ONU señala que, en promedio, a diario se cometen entre 10 y 11 feminicidios en este país.

#8M | La pandemia no las frena

Mujeres rodando en el #8M
Renata Martínez, ciclista

Sobre dos ruedas, mujeres ciclistas se unieron a la manifestación por el Día Internacional de la Mujer en la capital de México.

Ellas piden al Gobierno capitalino tomar acciones para evitar las muertes por incidentes viales, luego de que entre enero y septiembre de 2020 se registrara la muerte de 16 ciclistas, más del doble que en 2019 cuando hubo siete fallecimientos.

Vestida de morado y sobre su bicicleta, Renata Martínez sostiene que las mujeres ciclistas merecen tener un espacio en la ciudad.

"Las mujeres también sufrimos accidentes con vehículos, en un país donde no se pide nada para obtener una licencia de conducir obviamente van a existir accidentes por doquier.

"También es una forma de lucha el que estemos rodando con las bicis. Necesitamos un espacio en la ciudad, poder circular por las avenidas; no somos minoría, somos muchas las mujeres que nos movemos en bici", dice la joven, antes de emprender el camino hacia el Zócalo capitalino junto a miles de mujeres.

MGID Recomienda

Newsletter

Los hechos que a la sociedad mexicana nos interesan.

Publicidad

Publicidad