Aún así, tras dos años de gobierno y de cara a las próximas elecciones, es relevante preguntarnos: ¿es López el presidente más feminista de la historia? ¿Está el presidente cumpliendo con sus promesas en la materia?
Una comparativa difícil de realizar sin definir qué significa ser feminista, sin analizar puntualmente los hechos de su gobierno y sin comparar las políticas y narrativa de los gobiernos anteriores.
Si bien existen varias aproximaciones al tema, podemos entender por persona feminista aquella que está convencida que nadie debe ser privado de su dignidad, ser víctima de abusos y discriminación por su sexo-genero y a partir de ello impulsa la equidad entre personas.
Si analizamos los hechos de este gobierno podemos encontrar en favor del argumento inicial, que el presidente cumplió como ninguno otro de sus antecesores con garantizar que el porcentaje de mujeres y hombres en su gabinete fuese equitativo, en la actual administración las mujeres ocupan el 50% de las secretarías de Estado; de igual forma impulsó sólo candidaturas a ministras para ocupar los asientos vacantes en la Suprema Corte de Justicia; designó por primera vez en la historia del país a la primer secretaria de Gobernación, de Seguridad, a las dos primeras secretarias de Economía y a la primera embajadora de México ante los Estados Unidos.