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#ZonaLibre | ¿Quiénes nos quieren gobernar?

En el 2021 hay una oportunidad histórica para que la gente defienda el sublime derecho de forjar una democracia a prueba de depredadores.
mié 13 enero 2021 11:59 PM
salgado macedonio
Salgado Macedonio ha puesto en tensión a Morena.

Todos deberían de vivir la experiencia de un atardecer en Acapulco. La combinación de colores, que se reflejan en el mar son un escenario glorioso que puede encender el alma de cualquier humano en la tierra.

El estado de Guerrero es sin igual, con unos atributos físicos impresionantes, pero también, el cálido talante de sus habitantes, que demuestra nobleza y una amabilidad que envidian en muchos de los puntos turísticos más importantes del mundo. También en ese gran estado vive Félix Salgado Macedonio.

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El polémico político nació en el poblado de Las Querendas, Pungarabato, en el estado guerrerense. Fue dos veces alcalde de Acapulco. Ha sido diputado y senador. Tiene apenas dos años en el partido Morena y ya lo cimbró.

Dos acusaciones tienen en vilo su candidatura al gobierno por el partido del presidente de la República. No son cualquier denuncia, se trata de uno de los crímenes más terribles que puede cometer un ser humano contra otro: una violación sexual.

Según el reporte de las acusaciones hechas por dos mujeres, Salgado Macedonio no solo abusó sexualmente de ellas, sino que las amenazó y chantajeó a su placer. La más sonada imputación narra sucesos que solo un enfermo sexual podría cometer. No solo, asegura la afectada, que fue ultrajada, sino que Salgado tomó fotos de ella desnuda para extorsionarla.

La segunda mujer asegura que, siendo menor de edad, en el año de 1998, Salgado Macedonio la golpeaba y violaba: “Con sus manos me arrancó el top y la falda. Me hacía daño, y él nunca contestaba nada, solo su cara de enojo y su respiración agitada. No pude golpearlo o defenderme porque temía que me hiciera algún otro daño”, narró en su denuncia.

Ante esta situación, más de 100 diputadas han externado su repudio contra la virtual candidatura del presunto agresor sexual Félix Salgado Macedonio y seguramente la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena decidirá que no se le deba entregar la inscripción como candidato e incluso, seguramente, será expulsado de dicho partido para que enfrente los señalamientos en juicio legal.

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¿Cuántos más?

El ejemplo de Félix Salgado tiene una profunda reflexión, pues demuestra que perfiles tóxicos y con pasados verdaderamente turbios pueden ganar en las encuestas y perfilarse para gobernar los estados de la República.

El mecanismo de Morena por escoger a sus representantes en los estados, simplemente no fue correcto. No solo porque no levantaron la mano a quienes tenían mayores posibilidades de ganar, sino que demostraron que uno u otro precandidato podía chantajear fácilmente a la dirigencia nacional. Este fue el caso de Salgado Macedonio, quien sabía que no sería elegido (por sus innumerables negativos); sin embargo, amenazó con llevar a cabo su candidatura en otro partido y resultar ganador. En Morena, cayeron en su juego.

Pero, ¿cuántos Félix Salgado Macedonios existen a lo largo y ancho de la República, en distintos partidos? ¿En qué momento la honorabilidad de los candidatos a puestos de elección popular será verdaderamente importante?

Si la moral y la política en nuestro país nunca van de la mano, es porque culturalmente hemos permitido que personas con desviaciones mentales nos gobiernen sin que esto nos indigne.

Este 2021 es un parteaguas en la joven democracia mexicana. En junio, estaremos narrando la jornada más grande de la historia de nuestro país y esto no debe de ser tomado con ligereza.

Como nunca antes, los ciudadanos tenemos que valorar e investigar con lupa el registro, la hoja de vida de quienes quieren representarnos o gobernarnos.

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Las campañas de promoción que rezaban con el “vota por todos los candidatos del partido” ya no funcionan. Hemos aprendido a dejar a un lado los partidos políticos y nos hemos enfocado más a conocer a las personas que aparecen como aspirantes.

Y no, la solución no es creer que las denuncias son “asuntos partidistas” como señaló el presidente López Obrador sobre Salgado Macedonio. Trasciende a mucho más. Porque la gente quiere perfiles distintos. Porque hay un hastío de ver personajes oscuros que al llegar al poder son unos vulgares ladrones y su corrupción alcanza para desplumar estados enteros.

¿Quiénes quieren gobernarnos? ¿Qué mecanismos ciudadanos tenemos para conocer y transparentar los pasados de esos “suspirantes” de poder?

Es entonces cuando tenemos que poner el dedo en la llaga, denunciar y manifestarnos en contra de la desaparición de organismos vitales como el Instituto Nacional de Información, que inexplicablemente buscan desaparecer, pero podría tener su razón en el poder que tiene una ciudadano cuando cuenta con información.

Porque todos los lobos buscarán disfrazarse de ovejas y maquillar su vida, pero el esfuerzo ciudadano debe estar enfocado en desenmascarar a quienes intenten mantener en el lodo al oficio político, sea del partido que sea.

Y es que solemos quejarnos cuando es demasiado tarde, pero en el 2021 hay una oportunidad histórica para que la gente defienda el sublime derecho de forjar una democracia a prueba de depredadores.

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Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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