El tema generó una fuerte confrontación entre la Cámara de Diputados y el Instituto Nacional Electoral al discutirse las condiciones en las que los legisladores en funciones deberían competir en la liza electoral. El INE pedía que quienes buscaran reelegirse dejaran el cargo 60 días antes de la elección. Finalmente, la Cámara de Diputados avaló reglas para la reelección de sus propios integrantes: no están obligados a separarse del cargo y podrán seguir recibiendo, en plena lucha por su permanencia por tres años más, los 74 mil 672 pesos de su dieta y los 45 mil 786 pesos mensuales que les corresponden por asistencia legislativa.
Toca ahora a los ciudadanos decidir votar o no por aquellos diputados que busquen reelegirse, y para ello habrá que considerar diversos insumos que los puedan llevar a tomar la mejor decisión. Aquí se presentan apenas algunos datos que pueden ayudar a un primer acercamiento.
La actual es una Cámara de Diputados vocinglera, en la que se presenta un número muy alto de iniciativas, pero se aprueban pocas: durante la primera mitad de la LXIV Legislatura (de septiembre de 2018 a diciembre de 2019) se presentaron 3 mil 41 iniciativas, de las cuales se aprobaron 382; es decir, el 12.56%. Su tasa de rezago, esto es, la proporción de iniciativas que quedaron pendientes o no resueltas fue de prácticamente 7 de cada 10 (66.72%).
El partido que más iniciativas presentó en este periodo fue Morena (889), seguido del PAN (470) y Movimiento Ciudadano (354). Llama la atención que la tasa de éxito legislativo más alta, es decir, la posibilidad de que una iniciativa presentada sea aprobada, no corresponda a Morena, sino al PRI: 11 de cada 100 iniciativas del partido mayoritario logran ser aprobadas mientras que en el caso del PRI esta cifra asciende a 13.5. El partido más irrelevante en este rubro es el PRD, que no logra que le sean aprobadas ni el 5% de las iniciativas que sus legisladores presentan.