Por esta razón, pasado el Segundo Informe de Gobierno, habría que focalizar la atención en tres factores que serán determinantes para el debate electoral: 1) La aprobación del presidente permanece alta. 2) La crisis sanitaria ha golpeado a la administración, pero el costo político derivado de la misma está disuelto entre los gobiernos estatales, el federal y la propia sociedad. 3) Sobre la crisis económica, hay responsabilidades directamente atribuibles al gobierno federal.
Sobre los niveles de aprobación del presidente López Obrador, estos son superiores al 50%. Sin embargo, cabe aclarar que es un mito que sean los mayores niveles de aprobación que ha habido. Al comparar el nivel de aprobación de los mandatarios en encuestas de Mitofsky y GEA, destaca que AMLO tiene niveles mas bajos que sus antecesores. Para Mitofsky, VFQ y FCH tuvieron en para el mes de agosto del segundo año de gobierno 56.7% y 58.8% de aprobación respectivamente, frente a un 54% de AMLO. En el caso de GEA, para el tercer trimestre del segundo año, VFQ, FCH y EPN tuvieron cada uno 58%, 59%, 45%, frente a 39% de AMLO.
Respecto al manejo de la pandemia, las cifras oficiales son alarmantes: más de 68 mil muertos, cuarto lugar en el mundo con el mayor numero de decesos después de Estados Unidos, Brasil y con la India, y según un informe de Amnistía Internacional, primer lugar mundial con 1,320 personas fallecidas del personal de salud. Sin embargo, esto no ha afectado tanto la imagen de la administración federal, pues la responsabilidad se comparte con los gobernadores. Además, según Mitofsky, la mayoría de los mexicanos cree que la principal razón de la alta mortalidad por Covid-19 fue ocasionada porque los ciudadanos “no hicimos caso de las recomendaciones”.