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#ZonaLibre | AMLO y Trump: un extraño puente

López Obrador ha dado un paso inseguro, ha tomado un riesgo inexplicable en una nueva relación política que le podría costar carísimo a todo el país.
mié 08 julio 2020 06:21 AM
vuelo comercial México EU
El presidente López Obrador realiza su primera visita oficial a EU.

Tenía que suceder. A pesar de que el presidente López Obrador alargó lo que más pudo el salir del país y realizar su primera visita internacional. El presidente ya está en suelo norteamericano y tendrá una agenda llena de confort; sin embargo, los temas espinosos que deberán de discutir con su homólogo, difícilmente le harán sentir la comodidad que podría representar ser el invitado de honor de Donald Trump.

La justificación del viaje, se ha insistido por parte del gobierno federal una y otra vez: “conmemorar la reciente entrada en vigor del tratado entre los Estados Unidos Mexicanos, Canadá y los Estados Unidos de América (T-MEC)”, otro de los temas que se deberán tocar obligatoriamente es la búsqueda de la candidatura de México para la dirección general de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

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En todo momento, AMLO intentará prescindir del tema migratorio, el tópico quizá más polémico en todo el discurso de Trump, desde que éste era candidato y como presidente. Quienes asesoran al presidente mexicano aseguran que no se hablará del muro y tampoco de los dichos xenófobos, racistas e intolerantes por parte del presidente republicano.

Y aunque no se hable de dicho tema en los discursos, o tampoco de la operación “Rápido y furioso” donde a nuestro país llegaron miles y miles de armas desde Estados Unidos. La realidad es que habrán momentos de pláticas privadas entre los mandatarios y solo alguien sumamente inocente creería que los temas que se tratarán con discreción serán lo más relevante de la visita.

Temas como lo que ocurre en el juicio de García Luna, o el de narcos y políticos que actualmente viven en Estados Unidos colaborando con el gobierno tendrían que ser discutidos también, entre ellos el siempre polémico exgobernador César Duarte, la cual ya fue dada a conocer como procedente por el mismo AMLO desde enero; sin embargo, sigue en la nación norteamericana en completa libertad.

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Una nueva e insólita amistad

Muy lejos quedaron las palabras de López Obrador, cuando siendo aún precandidato a la presidencia de la República, allá en el poblado de Omealca, Veracruz, señaló que al racista norteamericano, “lo pondría en su lugar”, claro, a través de las redes sociales, quizá no pasaba por su mente en aquel momento la situación que vive en este momento. Estos días no habrá confrontación, ni gritos airados, no se sacarán la lengua y nadie “pondrá en su lugar” a nadie.

Porque López Obrador ha dado un paso inseguro, ha tomado un riesgo inexplicable en una nueva relación política que le podría costar carísimo a todo el país. El que el mandatario se tome la foto y conviva con él uno de los enemigos públicos del pueblo mexicano y latinoamericano en general, le da una ventaja seria al habitante de la Casa Blanca rumbo a la elección del próximo noviembre, donde aparece en todas las encuestas por debajo del candidato demócrata, Joe Biden.

La reacción de los demócratas no se ha hecho pesar, tanto legisladores como políticos de gran influencia suplicaron a AMLO que no fuera a Estados Unidos a reuniones estériles, pues el mensaje de Trump es más que claro: él tiene el control de la relación y la explotará a su favor sin importarle llevar la imagen del gobierno mexicano al precipicio.

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Del plato a la boca... se cae la sopa

Es por demás difícil para aquellos que ciegamente alaban al presidente, apoyar los siguientes históricos encuentros que todos conoceremos. Y por más incongruente que esto pueda suponer, ya hay cientos de voces que aplauden no solo el hecho de que AMLO haya decidido ir al país del norte, sino que se aplaude al mismísimo Donald Trump.

El hecho de que los presidentes de México y Estados Unidos se reúnan no tendría que ser polémico en nada. De hecho, que se hable de muros y de puentes es un paso enorme y favorable para la relación bilateral.

Lo que llama poderosamente la atención es que tanto uno y otro presidentes tuvieron que comerse sus palabras en una etapa donde ambos necesitan ayudarse políticamente más que nunca, en medio de constantes crisis que han vivido según su propia realidad.

Es el inicio de una relación extraña, pero necesaria. Ojalá que le vaya bien a nuestro país en tan inimaginable visita.

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Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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