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Zona Libre | Los altos hornos en el infierno de Lozoya

La noche densa se le viene a Emilio Lozoya, quien hoy ve "altos hornos" en el infierno que se le presenta, escribe Caleb Ordóñez Talavera.
mié 29 mayo 2019 05:35 AM

CIUDAD DE MÉXICO (Expansión Política).- Luego de una oleada de críticas y juicios, el gobierno mexicano quiere demostrar que tiene dientes afilados y quiere desechar el olor a impunidad. Se hablaba mucho acerca del "perdón" y la amnistía que ofrecía Andrés Manuel López Obrador a los políticos "corruptos" y esto ha causado desagrado en parte de la sociedad, que ve cierta incongruencia entre la búsqueda de justicia y la lucha anticorrupción de la llamada "cuarta transformación" y una aparente impunidad al darle la vuelta a la página oscura de la doliente corrupción presente en México a lo largo de su historia moderna.

Sin embargo, las cosas han dado un giro distinto, esto ante la orden de aprehensión girada en contra del exdirector de Pemex Emilio Lozoya Austin y la captura por parte de la Interpol, por petición del gobierno, del empresario Alonso Ancira, por los vínculos entre ambos personajes y la polémica empresa brasileña Odebrecht.

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¿Cuál es la relación entre estos personajes y cuáles las acusaciones por las que se les persigue?

Lozoya ha estado en el ojo del huracán desde hace años ya. Desde que arrancó el gobierno de Enrique Peña Nieto, el chihuahuense Lozoya era nombrado director de Petróleos Mexicanos y aseguraba que tendría mano dura contra aquellos que habían saqueado o intentaran cometer delitos en contra de la institución. Paradójicamente, fue al egresado del ITAM y Harvard a quien se le acusó de una enorme corrupción al frente de Pemex, como no se había visto anteriormente. Desde 2014 su nombre era relacionado con corruptelas y transas que realizaban las empresas Odebrecht y OHL en el país.

Tan grandes fueron los rumores y las acusaciones por parte de algunos periodistas que, en 2016, el presidente Peña decidió sacarlo de su gabinete ampliado y reemplazarlo por José González Anaya, quien venía de una misión titánica para "levantar" al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

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Las cosas se pusieron color de hormiga para el exdirectivo, cuando la periodista Carmen Aristegui publicó que Lozoya había recibido sobornos por más de 10 millones de dólares de la empresa brasileña a cambio de contratos de construcción y diversas operaciones. Finalmente, Obedrecht recibió casi 20,000 millones de pesos durante la función de Lozoya como director.

La ambición de Ancira

Ahora, la integración de Altos Hornos o AHMSA sucede cuando su propietario, Alonso Alcira, le pide a Lozoya Austin invertir en una empresa de fertilizantes llamada Agro Nitrogenados, que tenía 14 años sin operar. Pemex gastó 475 millones de dólares para quedarse con los activos y echarlos andar. Apenas habían pasado unos días después de la venta cuando Alonso Ancira transfirió más de 3 millones 703,000 dólares a las cuentas de Grangemouth Trading Company, firma offshore de la constructora Odebrecht. La situación es que la compañía Grangemouth no existe y solo sirvió para disimular la operación, esto lo confesó Olivio Rodríguez, quien fuera el creador de la empresa y realizador del movimiento bancario.

De esa empresa fantasma, que decía tener un domicilio fiscal en Escocia, salieron 5 millones de dólares a la cuenta de Zecapan, SA, empresa afín a Emilio Lozoya; esto lo han declarado —y concuerdan en ello— tres testigos quienes fueron altos funcionarios de Odebrecht ante los juzgados brasileños.

Según la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en 2018 Pemex debió invertir otros 428 millones 258 mil pesos en la empresa Agro Nitrogenados, para rehabilitar las plantas de urea y así intentar "levantar" la planta chatarra que Lozoya había comprado.

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La justicia tarda, pero… ¿tardará más?

La noche densa se le viene a Emilio Lozoya, quien hoy ve "altos hornos" en el infierno que se le presenta. Es un hecho, Lozoya tendrá que enfrentar a la justicia mexicana. Sabe más de política de lo que muchos imaginan, es hijo de Emiliano Lozoya, quien fuera director del ISSSTE y secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, y nieto del doctor y general Jesús Lozoya Solís, un respetado cirujano pediatra, que alguna vez fungió como gobernador interino de Chihuahua.

Ya habían sido demasiadas las acusaciones tanto en investigaciones periodísticas y declaraciones de testigos en tribunales de otros países como en las auditorías internas del mismo gobierno.

El presidente tiene la oportunidad de demostrar que en su gobierno no se tolerará la impunidad y la desfachatez por parte de servidores públicos, ya han aprehendido a un empresario de primerísimo nivel; sin embargo, no puede permitir que, como con César Duarte y otros personajes acusados de corrupción, la justicia se quede atada y no puedan encontrar a Lozoya, quien pudo recibir, tan solo en dos expedientes de investigación, más de 1,000 millones de pesos. ¿Demostrará la cuarta transformación que sí tiene garras?

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