El 2021 ya está aquí
Más allá de un episodio más entre los grupos antagónicos, la polarización ha dado un paso al traspasar la línea política que se intentó cuidar para que no existieran tanto vidrios rotos en el país. Sin embargo, el presidente ha decidido poner todo su capital en esta nueva postura de politizar a la sociedad a tal grado de que haya una definición contundente de cada uno de los mexicanos: están a su favor o en su contra. No pueden existir las medias tintas, ni tibieza o medianía.
Hay demasiado en juego rumbo a la elección del 2021 y después la votación, por la revocación o no, de mandato.
Pareciera que toda esta crisis del 2020 tiene entre las cuerdas a todos los grupos políticos y López Obrador quiere saber con cuánto armamento cuenta rumbo a lo que pudiera ser un suicidio político descomunal, pues si su discursiva extremista realmente influencia a la sociedad, todos aquellos que no estén al 100 por ciento a favor de su forma de gobernar en las decenas de decisiones que se toman diariamente, en cientos de distintos temas podrían ser parte del potente “NO” a la continuación de su gobierno y vencerlos también haría tener una sociedad mucho más dolida de lo que está hoy en día.
Es muy tarde para la reconciliación, nadie quiso apaciguar la agitación del ambiente.
El presidente habla de la pandemia a causa del COVID-19 y señala “Deseo con toda mi alma que ya se termine esta pesadilla”, pero la pesadilla va mucho más allá y apenas comienza. Tiene que ver con peleas estériles en los hogares, amistades y familias divididas por causa de aquellos que quieren el poder a toda costa.
¡La pesadilla es para nosotros y no sabemos cómo terminará!
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