La nueva batalla entre narcotraficantes en todo el país podría resultar benéfica para los cárteles más grandes como Cártel Jalisco Nueva Generación, la Unión Tepito (en la Ciudad de México), el Cártel del Golfo y por supuesto el cártel de Sinaloa, quien podría ser el que absorba aquellos pequeños grupos delincuenciales en peligro de extinción.
Ante el desastroso panorama, el reto para los mexicanos es descomunal. Quizá pueda ayudar la experiencia del pasado, por lo que el gobierno de México y los diferentes gobiernos estatales, deberán de tomar medidas desde ya, anticipándose al infierno que se avecina para todos.
Es aquí donde el talante de la 4T tiene que mostrar su mejor rostro o aceptar una derrota descomunal en el ánimo de los votantes.
El resto del 2020 y el año electoral del 2021 requiere un acuerdo nacional que no parece ser entendido ni tampoco promovido por los actores políticos del país.
La clave está en ello, entre más polarización se crea, menos estaremos preparados para enfrentar una crisis social monumental.
Es aquí, donde la información nos ayuda para tomar una decisión y preguntarnos, ¿en qué criterio estamos la mayoría?, ¿somos los que aportan a la división del país o somos parte de los que buscan unificar las fuerzas?
El tiempo sigue pasando y la crisis intensificándose, es momento de preocuparnos por nuestro discurso personal; para convertirnos en aportadores y no destructores en la etapa más desafiante que México tendrá en su historia.
La solución se reduce en dejar de pensar en nuestros intereses y volver a pensar en el país, pues la mezquindad política nos lleva a un barranco a todos. O jalamos parejo para salir adelante o nos hundiremos en el mismo barco. ¿Quién estará a la altura?
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