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#ZonaLibre | ¿Cómo será la nueva normalidad?

El futuro nos ha alcanzado y junto con él una nueva realidad de la que no podremos escapar; le llaman “la nueva normalidad” y tiene que ver con un cambio radical en nuestros usos y costumbres.
mié 20 mayo 2020 11:57 PM

El futuro nos ha alcanzado de manera impositiva, con su peor rostro. El futuro nos ha alcanzado para desacelerarnos y detenernos.

En esta etapa histórica, ciudadanos confitados durante meses muestran los peores signos de crisis mentales. En la ciudad de Nueva York (la más golpeada de todo Estados Unidos a causa del COVID-19) han crecido en un 1000% las llamadas a los centros de atención para personas afectadas por alguna crisis de ansiedad o necesitadas de terapia inmediata, ante el tortuoso encierro.

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Incluso uno de los deportistas más importantes de la historia, Michael Phelps, ha declarado que ha vivido durante muchos años con el fantasma de la depresión y ha trabajado en ello; sin embargo, la pandemia derivada del nuevo coronavirus lo colocó en el momento “más aterrador de su vida” con pensamientos constantes acerca de quitarse la vida. Algo que, dice, debe combatir con 90 minutos de ejercicio diariamente.

Para nadie es un mito el hecho que los problemas que provoca el encierro van creciendo día a día. Desde la ansiedad por la economía, el temor por la propagación y picos de la enfermedad viral, así como los distintos flagelos persistentes en nuestras comunidades.

Estamos en una situación tan original que nadie tiene una respuesta contundente para conocer “la luz al final del túnel”; sin embargo, hay esfuerzos que se van fortaleciendo para ayudar a otros ciudadanos a buscar ayudarse y “pasar” lo mejor posible este tiempo tan complicado.

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Alerta mexicana

Incluso el IMSS ha llamado a la población mexicana a atender de forma inmediata y tomar acciones para cuidar su salud mental. Alejandro Córdova Castañeda, médico adscrito a la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital Psiquiátrico “Dr. Héctor Tovar Acosta” enlista una serie de situaciones que se viven en los hogares del país: desde la frustración, el miedo, ocio excesivo, aburrimiento, sensación de inutilidad y presencia de conflictos entre quienes viven juntos. Tristeza, apatía, desinterés, pérdida del cuidado personal, pesimismo, alteraciones del apetito, sueño y, en ocasiones más graves, ideas de suicidio.

La alteración de las mentes mexicanas irá aumentando según el encierro persista, la desesperación será un factor muy determinante. Sin embargo, esta situación de confinamiento tiene un modelo de aprendizaje único.

Para el especialista Córdova, es determinante sacar los mejores afectos de nuestro ser y proyectarlo a las personas que nos acompañan durante el encierro o en nuestra comunicación diaria, sean familiares o no.

Mantener la salud mental, significará también ser más analíticos en la información que consumimos; ser más críticos con las fuentes que consultamos y valorar a los medios según su confianza y credibilidad.

El encierro nos da la oportunidad invaluable de la reflexión interna. De la evaluación personal. Quienes decidan tomar con un buen talante la reclusión, podrían fortalecer su conducta mental a fin de que cuando se les permita salir, valorarán mucho más, la libertad, el respeto a otros, el higiene, entre otras situaciones favorables para cualquier sociedad.

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Ahora bien, ante las disposiciones que hace el gobierno de la Ciudad de México el día de hoy, sobre regresar “a la nueva normalidad” donde no se habla de fechas o soluciones concretas. La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) nos ha hecho imaginar y por lo pronto ya lanzó las pautas de preparación que deberán seguir los establecimientos, una vez que se levante la cuarentena.

Se trata de la implementación de estrategias que incluyen la desinfección del inmueble, el uso obligatorio de cubrebocas, careta facial por parte de los empleados y la reducción del número de comensales con la reducción del 30% de aforo en todos los establecimientos, mesas con ocupación máxima de 10 personas. Decirle adiós (prácticamente) a los buffettes y mesas de ensaladas; se eliminarán los servilleteros, decoraciones y los saleros serán para uso personal.

La interacción con los meseros será mínima, por lo que se multiplicarán los pizarrones o pantallas táctiles con los menús (en el mejor de los casos que sean menús desechables). Las áreas de juegos infantiles estarán cerradas por tiempo indefinido.

Y sí, se refieren a los restaurantes en México y no solo en un países como Japón o Alemania.

¿Qué aprenderemos de todo esto?

Sí, el futuro nos ha alcanzado y junto con él una nueva realidad de la que no podremos escapar; le llaman “la nueva normalidad” y tiene que ver con un cambio radical en nuestros usos y costumbres.

Mientras no exista una vacuna comprobada y totalmente confiable en el mundo (al menos en 18 meses más), el nuevo coronavirus será un enemigo íntimo de la humanidad.

Aquella teoría de la llamada "inmunidad de rebaño" se ha desgastado e incluso anulado al no poder ser confirmada la inmunidad al 100% de quienes ya vencieron el virus.

Así que preparémonos para convivir con el cubrebocas durante al menos dos años más. El gel antibacterial seguirá en nuestras manos diariamente. La jornada de sana distancia se quedará de manera tan extensa como la ciencia pueda salvarnos.

Aceptemos esta “nueva normalidad” con más jornadas de home office, con muchos más cursos y escuelas en línea. Los filtros de termómetro será tan comunes, como lo es un saludo.

Ante todos estos nuevos comienzos, pensar en eventos masivos se ve lejano. Los festivales de música, conciertos, partidos de futbol, entre otros cientos de eventos populares tendrán que esperar mucho más de lo que imaginamos. Los cines, iglesias y teatros tendrán que ser reducir de manera significativa su afluencia y no hablamos de un año, sino de los siguientes dos o más, todo esto lo explicó el Dr. Michel Martínez, líder de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica en el Tecnológico de Monterrey.

Sin duda, el COVID-19 ha superado, por mucho, a los gobiernos de los países del mundo. ¿Debemos salir ya o quedarnos en casa? Cientos de reconocidos científicos pelean sobre el tema que bien ha bautizado el Dr. Andrés Roemer como “El debate del siglo”.

Sea cual sea nuestra posición política o filosófica sobre la pandemia, “la nueva normalidad” ya es una realidad imposible de apartar. Hoy más que nunca, la crisis nos está llamando a cuidar nuestra mente, a pensar como comunidad y a aceptar una situación que sencillamente no está en nuestras manos.

Sin duda, nuestra vida y era se definirá como un antes y después del coronavirus.

Bienvenidos todos al futuro, a “la nueva normalidad”.

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Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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