La preocupación de no poder observar la magnitud de la pandemia con las nuevas estadísticas del INEGI es relevante pues típicamente, las encuestas telefónicas tienden a llegar a personas con más recursos. Esto se debe a que es un requisito contar con un teléfono para poder ser contactado. Si bien es cierto que cada vez más personas cuentan con acceso a líneas telefónicas, la preocupación de dejar fuera a algunas personas vulnerables subsiste.
Otros datos corroboran tendencias muy negativas para el empleo. En el sector formal se ha reportado la pérdida de hasta medio millón de empleos. Asimismo, de acuerdo con INEGI, el sector turismo, conocido por ser un fuerte empleador, se contrajo en 34% con respecto al año pasado y el gasto de los visitantes internacionales se redujo en 46%.
No queda claro que algún dato vaya a hacer que López Obrador cambie su parecer y amplíe su plan de recuperación económica más allá de las personas que están en el censo de bienestar.
En lo personal, confío en que el INEGI al mando del Dr. Santaella hará su mejor esfuerzo para darnos los mejores datos que podamos recabar en estos tiempos de pandemia. Me entusiasma particularmente el ejercicio específico que se hará para la Medición del Impacto del Covid-19 en el Mercado Laboral.
No es momento de tener menos ojos, u ojos menos agudos, para observar lo que pasa en la economía mexicana. Es momento de abrir más los ojos.
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