De hecho, las mujeres son las principales “clientas” de la 4T, pues son ellas las principales usuarias de los programas sociales. En México, hay 181 mujeres que son beneficiarias de programas sociales por cada 100 hombres beneficiarios. Es decir, las mujeres recurren al Estado casi el doble de veces que los hombres. AMLO debe entender que sus programas sociales trabajan mayormente para beneficiarias mujeres, y por ello es su labor atender las demandas del movimiento feminista en conjunto.
AMLO nos dijo que pondría a los pobres primero y, si es así, debe poner primero a las mujeres porque las mujeres son más pobres que los hombres. Considerando ingreso, hay 3 millones más de mujeres en condición de pobreza que hombres en condición de pobreza. De hecho, si esas 3 millones de mujeres en pobreza formaran una ciudad, ésta se convertiría en la cuarta ciudad más grande del país, incluso mayor a zonas metropolitanas como Puebla/Tlaxcala, Toluca y/o Tijuana.
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Una segunda enseñanza es para la iniciativa privada: su sexismo ya les está costando muy caro y les costará aún más si no cambian su forma de hacer negocios. Fueron millones de pesos los que perdió la banca, la industria y el comercio por el paro de mujeres. Si una proporción de ese dinero que perdieron ayer lo hubieran utilizado para revisar sus políticas laborales con perspectiva de género, ampliar las prestaciones para el cuidado de la familia y castigar el acoso laboral, las mujeres no habrían tenido que llegar al paro.
La iniciativa privada siente que el paro es contra el gobierno por no reducir los feminicidios. Se equivocan. La gran mayoría de las mujeres hicieron el paro solo por la violencia letal sino sobre todo por los micromachismos que abundan en el mundo del trabajo y que la empresa ha hecho poco por mitigar. La economía mexicana se levanta sobre los hombros del trabajo gratuito de miles de mujeres que se dedican al cuidado del hogar y sus familias. Sin ellas, la economía mexicana perdería 17 puntos del PIB sumergiéndose en su más grande crisis económica desde la revolución.