Aquí aprovecho para felicitar a nuestra presidenta electa, próxima presidenta constitucional. ¡Presidenta! ¡Presidenta! ¡Presidenta!
Se rehabilitaron los puertos, los aeropuertos de Tuxtla, Chetumal y la Ciudad de México.
Se construyó el nuevo Aeropuerto Internacional ‘Felipe Ángeles’.
Se terminó en 15 meses el Aeropuerto Internacional de Tulum, en Felipe Carrillo Puerto, el Aeropuerto Internacional de Tulum que llamamos ‘Felipe Carrillo Puerto’, en Quintana Roo, en 15 meses un aeropuerto internacional que ya está recibiendo viajes de varios países de Europa y de estados de la Unión Americana. Aquí aprovecho para hacer un reconocimiento a los ingenieros militares.
Se han regularizado dos millones 495 mil vehículos de origen extranjero en beneficio de familias de escasos recursos económicos. Con la pequeña cantidad que pagan por ese trámite se han acumulado seis mil 239 millones 537 mil 500 pesos que se entregan a los gobiernos municipales y estatales para que mejoren las calles de las ciudades.
Se concluyó la presa Zapotillo, en Jalisco, sin inundar a las comunidades de la zona.
Se terminaron las presas de Santa María, en el Rosario, Sinaloa; la de Pilares, en Sonora; El Chihuero, en Michoacán; y están por terminarse, y está por terminarse la presa Libertad, en Nuevo León.
Se construyeron distritos de riego en Santa María, Sinaloa; en El Chihuero, Michoacán; Picachos, también en Sinaloa; en los pueblos yaquis; y el Distrito de Riego ‘Alejandro Gascón Mercado’, en Nayarit.
Fíjense este dato: en contraste con lo ocurrido en los seis sexenios anteriores, en 36 años, que coincide con el periodo neoliberal, en los que sólo se incorporaron 22 mil hectáreas, 22 mil hectáreas al riego agrícola, en este gobierno de todas y de todos van a quedar 120 mil hectáreas de riego.
Hemos construido presas, represas, plantas de bombeo, tanques de almacenamiento, potabilizadoras y acueductos para llevar 24 mil 550 litros por segundo de agua limpia a Concordia y a Mazatlán, Sinaloa; a Xpujil, Campeche; a la zona conurbada de Monterrey; a la zona conurbada de Guadalajara; a nueve municipios de La Laguna de Durango y Coahuila; a Macuspana, Tabasco; a la Ciudad de México y a otras poblaciones.
Se declaró —y esto es algo excepcional, también les invito a que vayan a visitar, que es el origen de nuestro escudo nacional— se declaró área natural protegida el lago de Texcoco, donde se pretendía construir un aeropuerto y se creó un parque ecológico con amplios espacios educativos y deportivos.
El Gobierno de México es socio mayoritario de la empresa Altán, y ya la Comisión Federal de Electricidad cuenta con 12 mil 600 antenas en todo el territorio y con la suficiente fibra óptica, que con la suma de todos los operadores ya se ofrecen servicios de internet a 120 millones de habitantes de 119 mil 259 comunidades. En este sexenio ha crecido el acceso al internet en 20 por ciento, del 75.5 por ciento al 95.6 por ciento de la población, esta cobertura incluye 99 mil sitios de internet gratuito en dos mil 469 municipios del país.
Se construyó una planta de licuefacción de gas natural en Altamira, Tamaulipas, en sociedad con una empresa, New Fortress, y la Comisión Federal de Electricidad.
Se renegociaron los contratos de construcción de gasoductos que el gobierno había otorgado en el sexenio anterior a empresas particulares, con lo cual se redujo la tarifa en 27 por ciento y se obtuvo un ahorro de cuatro mil 400 millones de dólares para la Comisión Federal de Electricidad.
Se construyó una central fotovoltaica en Puerto Peñasco, Sonora, que pronto será la más grande de América, lleva por nombre ‘Rafael Galván’, un auténtico dirigente obrero.
Están en proceso de construcción 10 centrales de ciclo combinado, dos de combustión interna, la modernización de 16 hidroeléctricas y se compraron 13 plantas a la empresa Iberdrola.
Cuando llegamos, la Comisión Federal de Electricidad sólo generaba el 38 por ciento del consumo nacional. Tenían pensado acabarla. Ya estaría produciendo, si el pueblo no hubiese dicho ‘basta’, estaría generando la Comisión Federal cuando mucho el 10 por ciento de la generación eléctrica del país. Eso ya no es así, ya se rescató a la Comisión Federal de Electricidad.
Se electrificaron 341 mil 822 viviendas en comunidades marginadas, en beneficio de un millón 366 mil 310 habitantes.
Se canceló el horario de verano.
Los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad han ayudado mucho en el rescate de esta empresa pública, y hay constancia de que cuando daños ocasionados por huracanes y otras catástrofes, restablecen el servicio eléctrico en pocos días. Son como todos los trabajadores de México, los mejores del mundo. Y ya basta de complejos, ¿eh?, ya basta de complejos, porque ni nos vamos a acomplejar ni vamos a permitir que nos sigan acomplejando. México es una potencia cultural en el mundo.
Antes de llegar al gobierno, a los trabajadores electricistas les aumentaron la edad de jubilación; nosotros les restituimos sus derechos laborales.
Hemos contado con el apoyo de los trabajadores petroleros para el rescate de esa otra empresa del pueblo y de la nación.
Basificamos a 30 mil 205 trabajadores de Pemex y se otorgaron 90 mil 329 ascensos. Nadie en este sexenio, ningún trabajador de Pemex fue despedido.
Cuando llegamos al gobierno sólo se extraían un millón 642 mil barriles diarios de crudo; frenamos con prontitud esta caída, que llevaba 15 años consecutivos; ahora estamos produciendo un millón 795 mil barriles diarios.
Las reservas petroleras no han disminuido, equivalen a siete mil 500 millones de barriles. Tenemos petróleo para varias décadas más en nuestro país.
Hemos reducido los costos de producción y se desterró la corrupción en Pemex. Cuando llegamos al gobierno, la deuda de esa empresa era de 105 mil millones de dólares; ahora es 99 mil millones de dólares, o sea, se redujo en seis mil millones de dólares.
Las seis refinerías que heredamos estaban en franco abandono, procesaban 511 mil barriles diarios; en estos seis años han incrementado su capacidad a un millón 62 mil barriles, es decir, pasaron del 38 por ciento al 65 por ciento de su capacidad. Para lograr este objetivo se realizó constantemente durante el sexenio una inversión en modernización de plantas y mantenimiento de 71 mil 887 millones de pesos.
Se compró la refinería Deer Park, en Houston, Texas, que se pagó en sólo ocho meses, y hasta ahora ha obtenido utilidades adicionales por mil 120 millones de dólares.
Se concluyó la magna refinería de Dos Bocas, Paraíso, Tabasco, que tiene capacidad para procesar 340 mil barriles diarios y producir el 20 por ciento de toda la gasolina que se consume en el país.
Está en construcción la coquizadora, dos coquizadoras, una en Tula, Hidalgo, y otra en Salina Cruz, Oaxaca.
Con estas obras antes de finalizar nuestro gobierno dejaremos de importar el 90 por ciento de los combustibles y a finales de este año seremos autosuficientes en gasolinas, diésel y turbosina.
¿Ya se cansaron?
La construcción de estas obras en la industria petrolera ha significado generar más de 100 mil empleos directos y 150 mil indirectos.
Rescatamos las plantas de fertilizantes de Pajaritos y Cosoleacaque, en Veracruz; la de Lázaro Cárdenas, en Michoacán, y la mina de roca fosfórica en La Paz, Baja California Sur.
En sociedad entre Pemex y las empresas Carso y Mota-Engil se reiniciaron los trabajos de una plataforma marítima de extracción de gas.
Y está por comenzar la construcción de una planta muy grande que hace falta de fertilizantes en Escolín, sobre todo por el sitio donde se va a construir, que quedó en el abandono durante el periodo neoliberal, se va a construir esa planta de fertilizante en Poza Rica, Veracruz. Es un homenaje también a los antiguos trabajadores petroleros.
Se creó el programa Gas Bienestar. Y me llena de orgullo que un cilindro de 20 kilos, que es el que más consumen los hogares pobres de nuestro país, no pasa de 400 pesos.
Se pavimentaron 52 caminos rurales con una extensión de mil 656 kilómetros.
En Tabasco se terminó el puente de Quintín Arauz.
En Nayarit el puente El 80.
En Chiapas, el puente La Concordia. Y en ese estado, a finales del año, se terminará el de Rizo de Oro, que terminará comunicar a pueblos y comunidades limítrofes con Guatemala hasta Tuxtla Gutiérrez, con un ahorro en tiempo de dos horas.
Ampliamos las carreteras federales de Ozuluama a Tampico, en los estados de Veracruz y Tamaulipas; la de Ciudad Valles a Tamazunchale, en San Luis Potosí; la de La Pera a Tepoztlán, Cuautla, Morelos; también entregamos las carreteras de Las Vigas a Cuajinicuilapa, en Guerrero; y el eje interoceánico Acayucan-La Ventosa, en el Istmo de Tehuantepec; se terminó la autopista a Oaxaca a Puerto Escondido; y está por concluirse la de Mitla a Tehuantepec, en Oaxaca.
Es que me río, porque fíjense que es felicidad. Toco madera, pero imagínense, imagínense que no hubiese decidido el pueblo de México por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. ¡Presidenta!
Vamos a poner un ejemplo que se me viene ahora a la cabeza: construimos nuestra casa con mucho esfuerzo, como lo han hecho muchas familias pobres, con autoconstrucción, poco a poco; ya tienen dos cuartos, tienen un baño, tienen su solar, les queda su terreno. Y se casa el primer hijo porque… Nosotros tenemos esa buena costumbre, ¿no?, de que los hijos siguen viviendo con nosotros, y ojalá y siga así, que no es de que ya son adolescentes y ‘ahuequen el ala’, no, eso no ayuda. Nosotros tenemos una institución, la principal institución de seguridad social es la familia, que es muy solidaria y es muy fraterna.
Pero nos falta. Empezamos a construir también el anexo, la ampliación de la casa para un hijo que se casa, una hija que se casa, y se construye. Pues, lleva un cuarto, y ya se tiene el material ahí, sobre todo el que no se endura, no el cemento, sino se tiene el block, y se tiene la varilla, pero ya se tiene uno que ir o se va uno, porque así lo decidió el Creador, o la ciencia, o la naturaleza.
Pero qué felicidad que quien va a quedar en sustitución de uno es una mujer excepcional, que le va a dar continuidad a la transformación. Por eso me río, porque las cosas que van a quedar pendientes, pues estoy absolutamente seguro que se van a concluir por lo extraordinario que es la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Imagínense lo que hubiese pasado. No. De manera hipócrita, como son, porque esa es la doctrina del conservadurismo, la hipocresía… ¿Me puedo extender un poquito?
Voces a coro: ¡Sí!
Presidente Andrés Manuel López Obrador: Bueno, ya tengo permiso.
De manera hipócrita, cuando la campaña, decían que no iban a quitarse los programas de Bienestar. Sí se acuerdan, ¿verdad? Hasta firmaron con sangre y todo. Pasa la elección y dicen que uno de los errores que cometieron es que desde el principio no puntualizaron, no definieron que ellos no estaban de acuerdo con los programas de Bienestar porque ellos, según su filosofía, una retacería de sofismas, de mentiras, era mejor enseñar a pescar que entregar pescado, eso lo dicen después.
Entonces, ¿qué iba a pasar?, pues que sí iban a cambiar los programas de Bienestar, iban a quitar los derechos del pueblo a la justicia social. Pero el pueblo es mucha pieza, el pueblo no es tonto. Pensaron que iban a engañar, que iban a manipular, y fue un ‘tengan para que aprendan’, para que aprendan a respetar al pueblo. Si no quieren al pueblo, van a tener que aprender a respetarlo cuando menos.
Ampliamos las carreteras federales en varios estados del país. En el sexenio de destinaron 58 mil 610 millones de pesos para el mantenimiento y conservación de carreteras libres de peaje.
Se construyeron, con las manos de mujeres y de hombres de las comunidades, de los pueblos de Oaxaca, tres mil 17 kilómetros de bellos caminos artesanales. También les invito que vayan a ver esos caminos. Este programa se extendió con muy buenos resultados a Sonora, Chihuahua, Durango, Nayarit, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, Guerrero y Veracruz.
Se revisó un convenio de mantenimiento de carreteras que se otorgó en el sexenio pasado para dar mantenimiento a estas carreteras, estaba excedido, de esos contratos leoninos, y se están ahorrando mil millones de pesos al año. Ese dinero se está destinando íntegro a la construcción de caminos en La Montaña de Guerrero, una de las zonas más pobres de México.
Se ha construido más de mil 200 obras de infraestructura y espacios públicos en colonias populares y marginadas de 190 municipios del país.