En materia de seguridad pública está funcionando bien nuestra estrategia de atender las causas de la violencia, aplicando el principio de que la paz es fruto de la justicia. Los delitos del fuero federal se han reducido en 24 por ciento, el homicidio en 17 por ciento, el robo en 26 por ciento, el feminicidio el 29 por ciento, el robo de vehículo en 44 por ciento y el secuestro en 80 por ciento.
La Guardia Nacional, esta nueva institución que acaba de cumplir cuatro años, cuenta ya con 128 mil elementos bien formados, disciplinados y entregados a garantizar la paz y la seguridad pública, siempre con la guía de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Agradezco al general secretario Sandoval y al almirante Ojeda por su apoyo. La Secretaría de la Defensa y la Secretaría de Marina han sido nuestros grandes apoyos, no sólo en materia de seguridad pública, sino también en labores de protección civil, control de aduanas, cuidado de puertos, aeropuertos, instalaciones de Pemex, en la construcción de dos mil 564 sucursales del Banco del Bienestar, en la edificación de hospitales, distribución y aplicación de vacunas, en la entrega de libros de texto, en la construcción de 320 cuarteles, en la construcción de acueductos, canales y un distrito de riego en Nayarit.
Nos han ayudado mucho, tanto la Marina como la Secretaría de la Defensa, en la limpieza de playas. En el caso de Quintana Roo, la Secretaría de Marina nos ha ayudado a tener limpias las playas de sargazo; esa es una labor que reconocemos mucho porque el turismo es una actividad muy importante para Quintana Roo y para todo México, y siguen siendo playas bellas y limpias.
Nos ayudan también los de la Secretaría de Marina en el desazolve de ríos.
Nos están ayudando, tanto Marina como la Secretaría de la Defensa, en la creación de parques ecológicos, en la construcción de hoteles, muelles, en la construcción de vías férreas para el Tren Maya y para el Ferrocarril del Istmo y del sureste, así como en la próxima operación de la línea aérea, que es todo un acontecimiento, a partir del mes de noviembre va a volver a volar Mexicana de Aviación.
En fin, en vez de militarizar al país, como sostienen nuestros opositores, estamos dejando de manifiesto que los marinos y los soldados son pueblo uniformado, servidores públicos ejemplares, trabajadores leales y patriotas.
Lo mismo puedo decir de los integrantes, mujeres, hombres, del gabinete de todas las instituciones del gobierno, lo que tiene que ver con el Poder Ejecutivo. Me ayudan mucho, mucho, mucho quienes están aquí y muchos otros que no pudieron venir, son miles de mujeres y hombres que me ayudan en la compleja, pero gratificante, humana, tarea de gobernar en beneficio del pueblo.
Aprovecho también para expresar que, a diferencia de lo que sucedía durante los gobiernos neoliberales o neoporfiristas, ahora no se reprime al pueblo, no se ordenan masacres. A veces no les gusta que yo diga esto, pero para que no se repita, para que nunca más se use la fuerza bruta para enfrentar problemas sociales. Ahora no se reprime al pueblo, no se ordenan masacres, no hay tortura, no se desaparece a nadie, no se tolera la violación de los derechos humanos y tampoco existe un narco-Estado.
Amigas y amigos:
En este 5º Informe de Gobierno, y a 13 meses de que concluya mi mandato, puedo demostrar que con un pueblo digno y trabajador y con un gobierno honesto y austero es posible convivir en una sociedad mejor, más justa, más libre, más fraterna y más igualitaria.
Además, hemos reafirmado nuestra hipótesis principal de que la corrupción era la causa principal de la desigualdad económica y social, siempre lo he dicho. En las ciencias sociales se enseña que la desigualdad se produce porque el burgués, el dueño de los medios de producción se queda con las ganancias, con la plusvalía, explotando al trabajador, al proletario, esa es la esencia de la explicación del porqué la acumulación de la riqueza; pero eso no aplica del todo en nuestro país porque aquí lamentablemente la desigualdad se produjo porque imperó durante mucho tiempo la corrupción. Nosotros tenemos que aprender bien esa lección. La corrupción no es una pandemia, es una peste y se necesita acabarla, desterrarla, porque de eso depende el bienestar, la tranquilidad, la paz, en nuestro país y de nuestro pueblo. Eso es lo que estamos demostrando.
Además, hemos también considerado relevante que se convirtió y en una realidad nuestro sueño: entre todos y desde abajo hemos logrado reducir la pobreza y la desigualdad, se redujo la pobreza y la desigualdad, algo que no ocurría en México desde hacía décadas.
Tanto la información dada a conocer por el Inegi como la del Coneval coinciden en que de 2018 a 2022 la reducción de la tasa de pobreza fue de 5.6 por ciento, al pasar de 41.9 a 36.3, esa fue la reducción en pobreza. Esto significa que, a pesar de la caída en la economía por la pandemia y a pesar de la guerra de Rusia y Ucrania, que produjo inestabilidad económica, financiera en el mundo, sobre todo inflación, las políticas públicas de nuestro gobierno lograron que salieran de la pobreza cinco millones de personas; pero, además, en los cuatro años, de 2018 a 2022, la desigualdad de ingresos entre los hogares más ricos y los más pobres se redujo de 18 a 15 veces.
Ahora bien, si comparamos la desigualdad de ingresos por persona entre el año 2010, en que gobernaba Calderón, y el 2022, esta se redujo de 36 a 17 veces, es decir, se redujo la mitad.
También, quiero subrayar que, aun cuando de 2018 a 2022 se redujeron la pobreza y la desigualdad, en prácticamente todas las entidades de la república, los más beneficiados han sido los estados del sur y del sureste:
Chiapas, por ejemplo, ocupó el primer lugar en el país en cuanto a disminución de la pobreza con 10.6 por ciento; en Tabasco se redujo en 9.9 por ciento, en Hidalgo en 8.9 por ciento, en Veracruz en 8.5 por ciento, en Guerrero en 7.5 por ciento, en Oaxaca se redujo la pobreza en 5.9 por ciento, en Yucatán en 5.2 por ciento, en Puebla en cuatro por ciento, en Campeche en 3.9 por ciento y en Quintana Roo en 3.2 por ciento.
Además de otros factores como el incremento salarial y el aumento de las remesas, en estos estados con mayor marginación mejoraron de manera deliberada las condiciones de vida y de trabajo porque, además, recibieron más recursos del presupuesto mediante los programas de Bienestar; y al mismo tiempo han sido los más beneficiados por la inversión pública, inversión pública nacional, que pasó de 500 mil millones de pesos en 2018 a un billón de pesos en este año de 2023, es decir, el doble de lo que se invirtió en el 2018.
Quiero aclarar también que el que haya bajado la pobreza y la desigualdad no quiere decir que le fue mal a los de arriba; también empresarios, incluso banqueros, han obtenido ganancias razonables, lícitas, y esto es importante también que se sepa, a la mayoría de las empresas y a todos los bancos les ha ido muy bien, han obtenido en algunos casos utilidades históricas.
Por eso, confirmo que nosotros hemos proclamado lo siguiente: arriba los de abajo, que no significa necesariamente abajo los de arriba, sino abajo los privilegios.
Y también, ¿por qué el desarrollo del sureste?, porque era justo y necesario. Mucho tiempo de abandono del sureste. Era un crecimiento desequilibrado, crecía el norte a tasas anuales del cuatro por ciento, el centro a dos por ciento anual y el sureste cero, y por décadas muchos estados bajo cero, es decir, había decrecimiento. Entonces, ¿qué es lo que estamos haciendo?, destinando más inversión pública al sur sureste, equilibrando.
Queremos que le vaya bien a quienes viven en norte, que lo merecen; que le vaya muy bien a los que viven en el centro del país y también que haya justicia y les vaya bien a los que viven en el sur y en el sureste de México.
En el tiempo que nos falta para terminar nuestro mandato seguiremos con la misma estrategia: atendiendo a todas, a todos, respetando a todas, a todos, pero dándoles preferencia a los más pobres y a los más necesitados, porque se debe de internalizar bien lo que significa nuestro lema, el principio de que, por el bien de todos, por el bien de todos, primero los pobres.
Seguiremos caminando, seguiremos caminando hacia los sublimes ideales de la democracia, la democracia verdadera, la justicia, la igualdad, la libertad, la fraternidad y la soberanía.
Nada de corrupción, nada de extravagancias, nada, cero, autoritarismo, nada de clasismo, nada de racismo, nada de discriminación.
Democracia sí, oligarquía no; honestidad sí, corrupción no; justicia y fraternidad sí, pobreza y desigualdad no.
¡Que viva Campeche!