Además de la “guerra contra el narcotráfico”, el operativo Rápido y Furioso persigue al expresidente Felipe Calderón.
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, acusó al gobierno del expresidente Felipe Calderón de haber traficado con armas a través del operativo Rápido y Furioso.
"Cuando hablamos de compra de armamento todo el mundo recuerda cómo en la época de Felipe Calderón, no nada más ahí, sí se militarizó al país, sino que, en el colmo de la desvergüenza, terminaron Calderón y su gobierno convertidos en traficantes de armas", afirmó el pasado martes el secretario de Gobernación.
Pero el reclamo del secretario al exmandatario panista, por haber permitido el ingreso de miles de armas que terminaron en manos de criminales, no ha sido el único.
El presidente Andrés Manuel López Obrador lo ha considerado como ilegal y violatorio de la soberanía de México, motivo por el que incluso hace algunos meses envió una nota diplomática al gobierno de Estados Unidos para que diera detalles sobre el operativo.
Entre 2009 y 2011, durante los gobiernos de Felipe Calderón y Barack Obama, se acordó implementar el operativo Rápido y Furioso bajo el cual se permitió el ingreso de armas con un chip a territorio mexicano para saber su destino y actuar en contra de los delincuentes.
La principal polémica sobre este operativo es porque cientos de armas terminaron en manos de integrantes del crimen organizado y causaron muertes.
Las negociaciones de ese acuerdo iniciaron con el gobierno de George W. Bush, pero se puso en marcha a partir de 2009. Se calcula que alrededor de 2,500 armas ingresaron a México, las cuales iban a ser rastreadas hasta su llegada a manos de narcotraficantes.
El operativo se consideró un fracaso porque no se llegó a las bandas de narcotraficantes, pero sí incremento la violencia. Con una de esas armas, durante un tiroteo en Arizona, se asesinó al agente fronterizo Brian Terry.
El fiscal general de Estado Unidos, Eric Holder, reconoció que la operación fue “fallida” en su totalidad y “nunca debió de haber existido”.
De acuerdo con la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) el Cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue “la organización delictiva destinataria de las armas”. Aunque también otras fueron beneficiadas como Los Zetas y el Cártel del Golfo.
En enero de este año, la Fiscalía General de la República obtuvo órdenes de aprehensión en contra de siete personas, entre ellos exmandos policiacos y de justicia del gobierno de Felipe Calderón.
Entre esas personas estaba el exsecretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, Luis Cárdenas Palomino, excoordinador de Inteligencia de esa agrupación, y Joaquín Guzmán Loera.
El expresidente Felipe Calderón rechazó que su gobierno haya hecho un acuerdo con el de Estados Unidos para introducir armas al país.
“La llamada operación 'Rápido y Furioso' fue un operativo secreto, cuyo implementación y resultados fueron revelados a agencias mexicanas en la medida en que fueron del conocimiento público resultados negativos no deseados por sus autores en el Departamento de Justicia”, explicó en sus redes sociales.
Es falso que el gobierno de México haya tenido un acuerdo con el gobierno de EUA para introducir armas al país. Durante la Administración 2006-2012, el gobierno mexicano exigió firmemente al gobierno de EUA detener el tráfico de armas que llegaban a los criminales. Abro hilo...
— Felipe Calderón (@FelipeCalderon) May 8, 2020
Esta semana, el exmandatario aseguró que no existe ninguna investigación por el tráfico de armas.
“Ahora sí el secretario anda muy perdido: no hay ninguna ‘investigación internacional’, ninguna, sobre ‘tráfico de armas’ en mi contra. Adán Augusto (López) no atinaría siquiera a decir qué agencia la encabeza. Es un esfuerzo burdo y desesperado para desviar la atención”, afirmó en su cuenta de Twitter.
