Pero la sumisión de los gobernadores hacia el presidente de la República se propicia porque ellos mismos lo permiten, pero también por una dependencia económica hacia la federación.
“Se está reviviendo un 'hiperpresidencialismo', estamos reviviendo la gran figura del presidente de la República, que tenía facultades metaconstitucionales, aquellas que van más allá de la Constitución, porque pareciera que este tipo de gobernadores afines a su proyecto político esto está buscando”, destaca Burgoa.
Actualmente, Morena, partido que fundó el presidente Andrés Manuel López Obrador, gobierna a 58 millones de mexicanos que viven en Ciudad de México, Veracruz, Puebla, Baja California, Morelos, Veracruz, Tabasco Baja California Sur, Campeche, Colima, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Tlaxcala, Zacatecas, Guerrero y Sonora.
El 53% del país está gobernado por mandatarios morenistas.
“Es una persona muy inteligente, él sabe cómo quiere conducirse con los gobernadores de los estados de una forma que pareciera que no está invadiendo competencias, pero al mismo tiempo, él de una forma muy sutil, quiere estar invadiendo las directrices de cómo deben tomarse las decisiones”, agrega Francisco Burgoa.
Una de las primeras acciones del hoy presidente Andrés Manuel López Obrador que incomodó a los gobernadores, que en ese momento eran en su mayoría de oposición, fue la creación de los superdelegados.
El presidente argumentó que su propuesta buscaba simplificar las 2,300 delegaciones, subdelegaciones y oficinas que eran el enlace entre las secretarías de Estado y los gobiernos estatales. Sin embargo, los gobernadores en turno criticaron esa figura porque les restaba poder, además que ese cargo serviría como plataforma para buscar puestos electorales.