Del “cállate, chachalaca” al “INE me censura”
La defensa que hace hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador a la transmisión completa de sus conferencias matutinas diarias en medio del proceso electoral 2021, es lo mismo que criticó hace 15 años del presidente Vicente Fox, cuando éste –como presidente- hacía menciones a las propuestas del entonces candidato por el PRD a la presidencia.
“Cállese, ciudadano presidente, deje de estar gritando como chachalaca”, respondió a las criticas del panista sobre su propuesta de bajar los precios de los combustibles. Al día siguiente de esa declaración, volvió a arremeter contra el activismo verbal del entonces presidente panista: “cállate, chachalaca”.
Ahora, de cara a las elecciones de 2021, el Ejecutivo refiere y habla de las alianzas, “quítense las máscaras”, llama, y condena que el PRI, el PAN y el PRD se hayan unido.
En una de sus conferencias, acusó de “gatopardismo” a estos partidos, porque según él hacen creer que las cosas cambian, para seguir igual.
“En las campañas de 2006, fue el propio López Obrador con su discurso de ‘cállate chachalaca’, su partido político interpuso una queja y la SCJN le dio la razón y el mismo Tribunal Electoral dijo que esas declaraciones pusieron en riesgo la elección del 2006, y el presidente ahora que él es presidente no solo hace lo mismo, sino que lo hace de manera consuetudinaria, sistemática y repetida”, dice en entrevista el exconsejero electoral del INE, Benito Nacif.
Si bien no ha hecho un llamado al voto, la oportunidad que tiene desde el estrado en Palacio Nacional de refrendar los avances de su gobierno todas las mañanas e intervenir en los comicios, no está permitida en la legislación electoral.
Al respecto, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, adelantó que se suspenderá la transmisión completa de las conferencias una vez que inicien las campañas, ya que el artículo 134 de la Constitución prohíbe la propaganda gubernamental.
El exconsejero coincide que al entrar a las campañas electorales, el presidente debería suspender sus conferencias mañaneras, porque el propio Tribunal Electoral ha dicho que constituyen propaganda electoral, y la Constitución es muy clara, al respecto, pues señala que se debe suspender, excepto en aquellos casos establecidos en la propia constitución que tienen que ver con salud, educación y protección civil.
“La forma en que el presidente, desde sus conferencias, con todo el aparato de difusión, de la Segob, de su discurso desde Palacio Nacional donde la señal es producida y entregada utilizando recursos públicos a todos los medios para que le den la más alta difusión desde ahí, lanza criticas a los partidos de oposición porque deciden coaligarse, los acusa de esto o aquello, claramente con intención de incidir en el electorado, eso está estrictamente prohibido en el artículo 134 de la Constitución”, asegura Nacif.
Por su parte, la politóloga Ivonne Acuña considera que la política electoral mexicana “es muy restrictiva”, sobre todo en torno a que el presidente pueda externar su opinión y hablar de su partido e incluso pueda llamar a la población a votar por sus candidatos, pero así es la legislación y se tiene que cumplir.
“Es una cuestión restrictiva, a como están las condiciones del país, esa legislación se va a tener que modificar (…) pero aunque es restrictiva la legislación con los actores políticos, el presidente igual que todos los actores políticos tiene que respetar”, dice.
Con información de Ariadna Ortega.