AMLO asegura que las “situaciones difíciles” no desviarán su gobierno

A tres semanas de que cumpla un año en el poder, la estrategia de seguridad de López Obrador ha estado bajo la lupa debido a que los índices de violencia han persistido al grado de que este año se perfila a registrar el más alto número de homicidios del que se tenga registro.

En menos de dos meses, el país ha pasado de una masacre a otra. Primero, el 14 de octubre, una emboscada en Michoacán se cobró la vida de 13 policías, dos días después, en Tepochica, Guerrero, un enfrentamiento dejó 15 muertos. Y horas después, una serie de balaceras se desataron en Culiacán tras un operativo fallido al intentar cumplimentar una orden de aprehensión contra Ovidio Guzmán López. Cuando la discusión estaba centrada en este último episodio, el asesinato de tres mujeres y seis menores, en los límites de Sonora y Chihuahua, cimbró al país.

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“Va aplicándose el plan de transformación, a pesar de todos los obstáculos, de todos los problemas que tenemos que enfrentar, seguimos avanzando y reafirmo que se ha logrado mucho en poco tiempo, yo podría decir que ya están las bases de la transformación, pero todavía falta terminar la obra, por eso estoy planteando que nos va a llevar un año más y que entonces sí va a quedar la obra de transformación, en un año más”, sostuvo.

López Obrador apuntó que, pese a los lamentables hechos de violencia e inseguridad, su estrategia no va a cambiar, aunque esto ya despertó los afanes autoritarios.

“Ahora que se presenta esta situación lamentable, vuelven una gran lanzada, en conclusión, nosotros no vamos a cambiar la estrategia, nosotros vamos a atender las causas que originan la inseguridad y la violencia. Estamos seguros que es la forma más eficaz y la más humana de enfrentar la inseguridad y la violencia, lo que estamos haciendo. No vamos a enfrentar la violencia con violencia”, reiteró.

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Aunque algunas encuestas refieren que el 53% de los ciudadanos cree que la estrategia de seguridad de esta administración debería cambiar, el mandatario federal dijo que los ciudadanos lo respaldan y aprovechó para agradecerles.

“Vamos bien, que no haya duda que vamos muy bien, y que vamos a ir superando esto, y que es una herencia de una política fracasada, y que nunca más se va a aplicar en el país”.

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El presidente insistió que para revertir el problema de inseguridad es necesario atender las causas, entre ellas las adicciones que padecen muchos jóvenes. Comentó que muchos de los que delinquen lo hacen bajo el influjo de ciertas sustancias y como ejemplo, dijo que, en el operativo de Culiacán, quienes detuvieron a unos militares, estaban drogados e incluso les ofrecieron drogas.

En su conferencia matutina consideró que después de estos cambios impulsados por su gobierno, hará muy difícil dar marchar y regresar al oprobio que significó el "periodo neoliberal".