Reforma electoral
Por tercera ocasión, el Ejecutivo Federal pone sobre la mesa su reforma electoral; se trata de una serie de propuestas que ya fueron desechadas por los legisladores en una reforma constitucional y luego retomadas en el llamado “Plan B”, cambios a leyes secundarias que fueron aprobados pero que la Corte echó para atrás en 2023; ahora insiste en impulsar la reducción de los gastos destinados a las campañas y a los partidos políticos.
En esta reforma, López Obrador apuesta por la disminución de regidores en los gobiernos municipales para evitar "excesivas” estructuras burocráticas electorales y eliminar las candidaturas plurinominales.
Impulsa, además, una reducción de 500 a 300 diputados y de 128 a 64 el número de senadores; también, como había adelantado, propone reducir de 40 a 30% la proporción de participantes en las consultas populares para hacerlas válidas y vinculantes. Esto mismo aplicará en el caso de la revocación de mandato.
Además, el presidente pretende la renovación de los consejeros del INE, que éstos se elijan mediante el voto popular y reducir la estructura electoral actual.
Otras reformas de AMLO
A decir de López Obrador, su paquete de reformas pretende cambiar el contenido de los artículos incluidos en la Constitución durante el periodo neoliberal.
El objetivo es establecer derechos constitucionales y plasmar los ideales de su gobierno y partido político, a los que ha denominado humanismo, justicia, honestidad, austeridad y democracia.
Estos cambios a la Constitución y a las leyes, según el presidente, ayudarán a concretar el éxito de su autodenominada Cuarta Transformación y a evitar un futuro “retroceso antipopulista”.
Sería un error confiarnos y dejar pasar esta oportunidad histórica para hacer todo lo que esté a nuestro alcance con el propósito de afianzar valores, ideales y volver a imprimirle a la Constitución su carácter democrático y social”,
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México
Las 16 iniciativas restantes buscan reconocer como sujetos de derecho público a los pueblos indígenas y comunidades afromexicanas; reafirmar el derecho a la Pensión de Adultos Mayores con aumentos anuales; garantizar la atención médica de manera gratuita; prohibir el maltrato a los animales; impulsar que los trabajadores sean dueños de sus viviendas, y prohibir el fracking.
Además, otorgar becas a todos los estudiantes pobres; no otorgar concesiones mineras en zonas con escasez de agua; prohibir los vapeadores y el fentanilo, y garantizar que el aumento al salario mínimo sea siempre por encima de la inflación anual.
El presidente también envió iniciativas para que el salario de maestros, policías y personal de salud no sea menor al del promedio de los trabajadores registrados ante el IMSS; propuso revertir las reformas de pensiones aprobadas en 1997 y 2007 y crear un fondo semilla con 64,619 millones de pesos, que irá incrementando, para compensar a los trabajadores afectados por esas modificaciones.
Con sus reformas, López Obrador busca que se mantengan los programas sociales Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida; regresar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) su carácter de empresa pública estratégica, y consolidar la austeridad republicana, con el mandato constitucional y “más claro” de que ningún servidor público puede ganar más que el presidente de la República.
La mayoría de las 20 reformas se insertan en medidas que, de alguna manera ya fueron intentadas por el presidente, pero no pudo concretarlas, ahora, quedaron asentadas en su revancha final.