“Lo que vamos a buscar ahora con este paquete de iniciativas es regresarle a la Constitución vigente, la Constitución del 17, su espíritu de justicia social, que se lo quitaron los neoliberales, neoporfiristas, en los últimos 36 años, del 83 al 18”, argumentó el presidente López Obrador hace unos días, en lo que delineó las iniciativas a presentar.
Rompiendo la tradición y con un ambiente confrontado, este lunes 5 de febrero, López Obrador no asistirá al Teatro de la República en Querétaro para conmemorar el aniversario de la Constitución junto a la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña y las presidentas del Congreso, pues este día, permanecerá en Palacio Nacional para por la tarde presentar el que se prevé sea el último paquete de iniciativas de reformas a la Constitución en el Recinto Parlamentario.
La tarde de este lunes se conocerán los detalles del paquete más amplio y ambiciosos de iniciativas que el mandatario ha enviado en todo su gobierno, y que de acuerdo a los que él mismo a delineado serán estas materias:
- Electoral.
- Eléctrica.
- Pensiones.
- Laboral.
- Judicial.
- Seguridad Pública.
- Desaparición de órganos autónomos.
- Salud para prohibir uso de drogas químicas como el fentanilo.
- Programas Sociales.
Esta decisión de presentar su paquete de iniciativas en febrero y no en septiembre como había planteado el propio presidente y mismo que denominó como parte el "Plan C" electoral, tiene como propósito meterse a la campaña presidencial y que sean sus temas de lo que se hable durante los próximos meses, consideraron politólogos y analistas.
“Es un juego ganar-ganar. Andrés Manuel es un genio de la comunicación política por lo que decide no mandar sus iniciativas en septiembre, sino el 5 de febrero que conmemoramos a nuestra constitución. Desde ahí hay un símbolo; luego, si no se aprueban, gana porque les echa la culpa y demuestra, antes de las elecciones, que los partidos de siempre no quieren cooperar, no negocian, no tienen apertura ni siquiera al diálogo y de paso le da línea, le marca agenda a su posible predecesora Claudia Sheinbaum, que lo que está dando de mensaje es, el movimiento no termina conmigo, sino que es un proyecto que va a continuar”, explica José Antonio Carrera, profesor -investigador de tiempo completo del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma de México campus Iztapalapa.
Hasta ahora, en el gobierno de López Obrador han sido modificados 62 artículos, la cifra es menor a las reformas hechas por sus antecesores: 156 con Enrique Peña Nieto, 110 con Enrique Peña Nieto, 78 con Ernesto Zedillo Ponce de León.
Para el experto en temas legislativos y catedrático de la UNAM, José Luis Camacho Vargas, cada presidente intenta que lo que considera su legado quede en letra constitucional, para sea difícil revertirlo, además, el texto constitucional va integrando nuevos derechos. Ello ha provocado que la Constitución de 1917 hasta ahora sume 771 modificaciones a sus artículos.
“A lo largo de estos 108 años de vigencia de nuestra Carta Magna, se han incorporado muchos derechos gracias a que tenemos una Constitución que lo permite, aunque con cierta dificultad, afortunadamente. Hay un estudio del doctor Diego Valadés, que explica que la Constitución de 1917 tenía 20,000 palabras, en el centenario de la constitución tenía 60,000, ahora tiene alrededor de 80,000 palabras porque va incorporando derechos como el voto universal de la mujer, los diputados de representación proporcional, todo lo que va enriqueciendo”, sostiene.