El señalamiento se encamina a hacer notar que también son necesarias otras formas de justicia y reparación, que estén disponibles para las mujeres que no quieren denunciar.
“Hemos escuchado mujeres que lo que quieren es que les crean, lo que quieren es atención psicológica, atención médica, la restitución de su sensación de seguridad”, plantea Tania Hernández.
Y eso, en muchas ocasiones, el sistema de justicia penal no te lo da, no te lo ofrece. Y las instituciones que sí tienen la obligación no lo están haciendo.
Tania Hernández, de Equis, Justicia para las Mujeres.
Tipificación y no prevención
El Senado aprobó el 9 de diciembre tipificar como delito grave el abuso sexual en el Código Penal Federal. Todavía falta el aval de la Cámara de Diputados a esta reforma, que propone castigos de entre tres y siete años de prisión, incluso hasta nueve años si se suman agravantes.
Esta medida sigue la tendencia del sexenio pasado de apostar a disminuir las violencias, en este caso la de género, solo a través de la vía penal y sin priorizar acciones de prevención, indica Estefania Vela, directora de Intersecta.
“Están priorizándose acciones enfocadas a la atención, pero muy pocas o prácticamente nulas a las que buscan prevenir: formación desde educación básica o identificación de riesgos para evitar que la violencia escale”, agrega.
Esto no ha dado los resultados esperados. Por ejemplo, delitos como el acoso y hostigamiento en los espacios públicos, tipificado en la Ciudad de México, no han disminuido.
Hay instrumentos valiosos que urge mejorar, como la orden de protección. Centrarse en ese esfuerzo haría la diferencia, porque salvan la vida de las mujeres en riesgo.
Capacitación a fiscalías
El plan contra el abuso sexual también propone capacitar al personal de los ministerios públicos, fiscalías, jueces y autoridades judiciales.
Además de a los conductores de transporte público para saber cómo actuar ante denuncias y prevenir situaciones de riesgo.
Durante años, organismos internacionales han recomendado eso a México. Y se ha hecho. Miles de pesos y horas en capacitación. Sin efectividad.
Las personas juzgadoras continúan dictando condenas plagadas de estereotipos sexistas y misóginos, sin perspectiva de género, revela un análisis de Equis Justicia a 100 sentencias.
Ahí el reto es lograr que esas capacitaciones sean relevantes y que cumplan con sus objetivos de sensibilización.
Campañas y cambio cultural
Para eliminar la violencia hacia las mujeres se necesita un cambio cultural. La presidenta propone difundir campañas de concientización en espacios públicos, laborales, escolares y en transporte público, dirigidas fundamentalmente a los hombres.
Así como lanzar campañas de concientización contra las violencias, dirigidas a la sociedad en general y a las mujeres para fomentar la denuncia contra el abuso sexual.
Las especialistas dicen que las campañas de sensibilización sí pueden ayudar a impulsar un cambio cultural que modifique los patrones machistas. El reto será su diseño y presentación.
En 2016, recuerdan, el gobierno capitalino lanzó una polémica campaña ante el aumento de acoso sexual en el Metro. Se llamó “Tu denuncia es tu mejor defensa” y sus mensajes reforzaban, una vez más, que las mujeres son responsables de denunciar. Los pocos mensajes que sí iban dirigidos a los hombres replicaban estereotipos racistas bajo el lema “No es de hombres”.
“Es súper importante, pero la campaña es apenas una parte de lo que implicaría este cambio cultural”, menciona Hernández.