La eliminación de residuos
La Semarnat considera que la nueva normativa contribuirá a cuidar el medioambiente con la aplicación de nuevos mecanismos para incrementar la vida útil de los productos; minimizar, recuperar, aprovechar y valorizar los residuos.
Sin embargo, las agrupaciones defensoras del medio ambiente califican de preocupantes algunos aspectos. El principal es que, consideran, la ley ofrece “falsas soluciones” para la eliminación de residuos y promueve la termovalorización, un proceso donde se queman los desechos para producir energía.
A decir de las organizaciones, la tecnología para este fin no es limpia ni renovable y produce gases de efecto invernadero, dioxinas y furanos altamente tóxicos.
“Denunciamos esto porque este proceso no es inocuo, genera emisiones de efecto invernadero”, explica Ornela Garelli, directora de Campañas de Greenpeace México.
Asegura que ninguna tecnología, ni las más modernas, evitan esto. Además, indica que al otorgar valor económico a los residuos que ya se generaron, se quitan los incentivos para que las empresas produzcan menos basura.
La visión de las organizaciones es que la ley debió establecer medidas para la no producción de residuos y no solo para su quema, ya que esto no evitará que se sigan creando desechos de manera masiva. Por eso, en una protesta contra la ley acusaron que es como otorgar una “licencia para contaminar”.
Pone un ejemplo. Si se siguen fabricando enormes cantidades de plásticos, aunque se termovaloricen, continuará el daño ambiental. El 99% de los plásticos proviene de combustibles fósiles que, al quemarse y convertirse en energía, emitirán gases tóxicos. Así se agrava la crisis climática.
“Cuando nos dicen que buscan estos procesos para combatir el cambio climático, realmente no es así, por eso decimos que es una falsa solución”, afirma Garelli.