¿Cuándo debería terminar el cargo de Gertz Manero?
Alejandro Gertz Manero fue designado como el primer titular de la Fiscalía General de la República (FGR) en enero de 2019, tras la desaparición de la Procuraduría General de la República y la entrada en funciones de la nueva fiscalía autónoma.
Su cargo, de acuerdo con la Constitución, tiene una duración de nueve años, por lo que su periodo concluiría en 2028, salvo que se presente una ausencia definitiva.
En caso de que dicha ausencia ocurriera, el procedimiento de sustitución se encuentra establecido:
1. El Senado debe integrar, en un plazo de 20 días, una lista de al menos 10 candidatos aprobados por las dos terceras partes de los legisladores presentes.
2. Esta lista se remite al Presidente de la República, quien seleccionará una terna.
3.Finalmente, tras la comparecencia de los aspirantes, el Senado designará al nuevo Fiscal General mediante una votación calificada.
La Constitución también fija los requisitos que deben cumplir quienes aspiren a ocupar el cargo.
Entre ellos se encuentran:
- Ser ciudadano mexicano por nacimiento.
- Tener al menos 35 años cumplidos al momento de la designación
- Poseer una antigüedad mínima de 10 años de ejercicio profesional en el ámbito jurídico.
- Contar con título profesional de licenciatura en Derecho.
- Gozar de buena reputación.
-No haber sido condenado por delitos dolosos.
-El nombramiento debe recaer en aquella persona que haya servido con eficiencia, capacidad y probidad en la procuración o impartición de justicia, o bien que se haya distinguido por su honorabilidad, competencia y antecedentes profesionales en el ejercicio de la actividad jurídica.
Aunque por ahora nada es oficial, el posible relevo en la FGR representaría uno de los movimientos institucionales más relevantes del sexenio, tanto por el peso político del cargo como por el impacto que tendría en la conducción de la procuración de justicia a nivel federal.
De esta manera, Ernestina Godoy y Arturo Zaldívar, dos figuras de alto perfil dentro del actual gobierno, se colocan en el centro de las especulaciones sobre quién puede asumir la conducción de uno de los órganos más poderosos del Estado mexicano.