Durante la audiencia, la Fiscalía de Michoacán reveló que el asesinato de Manzó pudo haber sido planeado por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), quienes presuntamente ofrecieron un pago de dos millones de pesos para ejecutar el crimen, y que habría existido una filtración desde el entorno cercano de Manzo que facilitó el atentado.
También se expuso que el día del crimen, uno de los guardaespaldas de Manzo, que era policía municipal, disparó en la nuca del autor material, Víctor Hugo, de 17 años, con la misma arma que éste atacó al edil y aún cuando este ya estaba sometido en el suelo.
Según los testimonios expuestos en sala, un médico intentó auxiliar al sicario tras recibir el disparo, pero los elementos de seguridad locales le impidieron acercarse. Sólo hasta la llegada de la Guardia Nacional se permitió el acceso, cuando el agresor ya había fallecido.
La Fiscalía sostuvo así que Jorge Armando “N” coordinó la logística del atentado y la intervención de al menos tres sicarios.